Advertencia: NSFW, sin +18, Miguel Soft.
(Escuchen la canción una vez que recitan sus votos)
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El extenso espejo emplazado de frente, proyectaba tu figura. Observabas y analizabas que todo fuera perfecto en ti.
Tu vestido caía largo y esplendido, un corte abierto permitía exhibir de forma deleitosa tu pierna, altos tacones estilizaban tus pies. Repasaste nuevamente todo de arriba hacia abajo comprobando que ningún pliegue estropeara tu aspecto.
Sentías que algo brillaba por su ausencia, tu mirada recorrió la habitación pensando que quizás pudiste olvidar algún accesorio. Un accesorio coqueto descansaba sobre la cama, lo tomaste y lo colocaste sobre tu muslo descubierto.
Ahora si te encontrabas lisa.
Ingresaste al jardín donde se llevaría a cabo la ceremonia, tus ánimos eran inestables y podías percibir un nudo formándose en tu esófago. Las palmas de tu mano húmedas por el sudor y tu corazón parecía llevar un ritmo inestable.
Un arrebato acometió tus pensamientos, escapar era una idea que en tu entendimiento podría ser lo mas adecuado.
La marcha nupcial de Wagner resonó por todo el lugar, y tu huida se había visto frustrada. Todos tomaron asiento poco después de que la novia llegara al altar, la ceremonia comenzó sin contratiempo y tu cuerpo cada vez se encontraba mas tenso, tu mandíbula prensada por las nervaduras. En el centro de todos un par de enamorados mantenían ambas manos entrelazadas, al igual que sus mirada, centrada únicamente en quien tenían frente a si.
El clérigo invito a los novios a recitar sus votos nupciales. En cuanto a la novia muy sencillo, pronuncio sus votos al pie de la letra, era el clásico discurso, pero conmovió a todos sus acompañantes e invitados, pues sus palabras se hallaban cargadas de bienquerencia y adoración al hombre que mirada embelesado.
Pronto fue turno del novio.
Tu boca se sintió seca, tu corazón entro en parada cardiaca de pronto. No te habías preparado mentalmente para el momento, tu mente se desestabilizo y un mareo invadió tus sentidos.
-Yo, Miguel O'Hara... -tu mente divago a una serie de recuerdo con el moreno, tu cuerpo en shock te impedía abrir tus ojos, que se encontraban fuertemente apretados. Un nudo se formaba nuevamente en tu garganta, tu desconcentración era total que perdiste la oportunidad de escuchar los muy originales votos de Miguel, tus oídos habían permitido captar las ultimas palabras. -...te entrego mi amor inquebrantable. Prometo amarte con cada latido de mi corazón, valorar cada instante junto a ti y construir un futuro lleno de risas, compresión y pasión, eres mi amor eterno y mi razón de ser. Te amo.
Gruesas lagrimas surcaron tu rostro, sobre el altar se hallaba el protagonista de tus mas oscuros deseos y de tu profundo amor. Por fortuna de el, de la mano con su compañera a quien veía con un amor ferviente y apunto de dar el "Si".
Un suspiro pesado escapo de tus labios, no creías la situación que se mostraba ante tus ojos.
Tus lagrimas fueron apartadas con finura y atención, tu mirada se abrió paso y frente a ti unos ojos achocolatados te miraban con benevolencia.
-No llores mi amor.
-Es solo que, tus votos me conmovieron muchísimo Miguel -Sonreíste.
Finalmente ambos dieron el tan anhelado "Si", uniendo sus labios y ligando su vida, para siempre.
La recepción de su boda y el banquete habían sido perfectos, sus amigos y familiares gozosos pues tras tantos conflictos por fin el destino los había reunido.
