9. Pies

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Te hallabas solemnemente en la oficina de Miguel, el mencionado había tenido que abandonar su puesto debido a una misión complicada que al parecer requería el criterio del superior de la Sociedad Arácnida. Por lo que había buscado alguien que lo supliera y por desgracia Jessica Drew se encontraba fuera de combate, tras dar a luz a su pequeño retoño y volverse una mujer puérpera con grandes necesidades de reposo.

Y entre tanta búsqueda estabas tú, no eras la primera opción de Miguel, porque eras consciente que, hacías el mínimo, lo que tocaba y ya.

No eras lo demasiado productiva para ser considerada la mano derecha de Miguel. Pues tu si conocías la definición clara y concisa de derechos laborales, y no te agradaba estar matándote por un trabajo incluso si era con el adonis de Miguel OHara.

Trabajabas bien, eras buena y muy rápida, e incluso no solías discutir mucho con Miguel, a veces podían tener platicas sencillas, nada intimas y en ocasiones unos roces durante los entrenamientos que en lo personal solían ponerte nerviosa y algo acalorada, eran roces sin sentidos para los demás.

Un roce de su mano con tus glúteos, un codeo ligero en uno de tus senos, tu cadera raspando muy ligeramente su entrepierna.

Pero de ahí en fuera Miguel era mas un conocido o colega que un verdadero amigo, y precisamente ese fue el criterio que uso para encargarte su posición por unas cuantas horas, era eso o dejar todo en manos de un Peter Parker, y vaya que el odiaba la cantidad ridícula de Peters que portaban el traje de Spiderman.

Tu atención se encontraba clavada en las pantallas holográficas frente a tus ojos, cuando de pronto un estridente sonido de metal golpeando alguna superficie te saco de tus cavilaciones.

Era Miguel ingresando y empujando cosas con tal agresividad.

- ¡¿Por qué la tarea más simple no se puede realizar bien?! – Dijo con furia, de alguna manera se tenía que calmar.

-Tienes que comenzar a diferenciar un poco las cosas Miguel- Llamaste su atención –No es lo mismo hacer una tarea bien a hacer una tarea como en realidad a ti te gustaría.

Esperabas una respuesta reacia en tu contra, incluso esperabas ser reprendida por tu comentario, pero únicamente atendiste una mala cara de su parte.

Tomo asiento en un diminuto banquito con ruedas, encorvándose en el acto resaltando aun más su espalda. Soltó un suspiro con la intención de poder relajarse, pero algo llamo su atención.

Tus pies desnudos.

No hace mucho tiempo habías compartido con Miguel la necesidad de no llevar siempre puesto tu traje o incluso cargar con él, por lo que se tomo la molestia de crear un propio traje de partículas inestables para ti.

Y resultaba una maravilla pues usabas prendas cómodas siempre, como ahora mismo, un short deportivo junto a una playera de compresión de mangas largas todo en color negro. Y tus calzas que se hallaban tiradas junto a tus calcetines, estabas sumamente cómoda.

Esperabas alguna llamada de atención por el hecho de estar sobre el escritorio de miguel, con los pies descalzos. El resultaba ser una persona pulcra y algo obsesiva con el orden y la limpieza y tus pies descalzos sobre su escritorio no iban en la misma corriente que él.

- Tienes razón [T/N], pero es que yo debo cumplir con mis responsabilidades al cien por ciento y si no se hago eso, entonces las cosas terminan mal.

Pareció ignorar ese hecho e incluso sus gritos y tono agresivo parecieron templarse ligeramente.

Hizo un silencio mientras su mirada aun se posaba en tus pies. Sentías la filosa mirada de el, así que de manera curiosa moviste cada dedito de tus pies rápidamente.

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⏰ Last updated: Oct 30, 2023 ⏰

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One Shots | Miguel O'HaraWhere stories live. Discover now