Capítulo 4.

236 33 2
                                    

† SENTIMIENTO †

Finalmente su celular estaba encendido pero en modo silencio y con la pantalla volteada sobre las cobijas, no quería ver las notificaciones que la barra de estado le mostraba.

-no seas cobarde Aori, necesitas el celular. Tu jefe sigue enviando documentos al móvil.-

Sus manos temblaban, miraba su celular como si de la nada fuera a sonar con desesperación, olvidó por completo que estaba en silencio.

-¿Lograste hacer que cargue?-la voz de su jefe se escuchó desde la puerta, misma que se encontraba abierta.

-si, algo asi.-

Keith ingreso a la habitación, levanto el celular y observo la pantalla.-tienes muchas llamadas perdidas, ¿Seguro que todo está bien con tu esposo?-

-seguro son llamadas que no pude responder por falta de batería.-

-entiendo.-le entrego el celular y hablo sin mirarlo.-en ese caso deberias llamarlo ahora mismo, seguro está preocupado.-

Aori miro la pantalla, si, era su esposo quién le había llamado. Keith miraba de reojo al Omega, suspiro en silencio y se mordió el labio.

-por cierto, Aori, ayer nos invitaron a una comida, ¿quieres asistir?-

-desde luego, se trata de mi trabajo.-

-Patrik dijo que no era nada relacionado con las empresas, si no quieres ir está bien.-

Aori no era tonto, la noche anterior había notado las miradas que ese hombre les había dirigido todo el tiempo, no se sentía cómodo al saber que volvería a verlo.

-la verdad no quiero ir. Creo que mejor iré a la plaza, necesito comprar cosas.-

-¿Te molesta si te acompaño?-

-claro que no.-

Ambos se dedicaron una sonrisa, Keith salió de la habitación y se detuvo al cruzar el marco.-comunicate con tu esposo, cuando termines estaré esperando en la sala.-

Con una cara inexpresiva llegó a la sala, se sentó en uno de los pequeños sillones y se quedó inmóvil.

Se sentía estupido, había caído en uno de los clichés más típicos de las novelas, se habia enamorado de su asistente, un asistente que tenía esposo, y próximamente una familia.

No recordaba exactamente en qué momento comenzó a verlo de otra manera que no fuera la de un empleado cercano, al principio era solamente eso, un empleado que había logrado ganarse su confianza y admiración de su jefe.

Al sospechar que comenzaba a gustar de él, decidió tomar la decisión que su padre había tomado en su lugar, desposaria a la hija de un socio que tenían en la empresa.

No era un matrimonio benefactor, no conseguirían nada ni él ni ella, simplemente era un capricho que sus padres habían tenido con ellos desde niños.

Pero aún conociendo a esa hermosa y educada dama, no podía sacarse de la cabeza a Aori, por más de que se recordaba que ese hermoso Omega tenía esposo.

Sabía que se estaba haciendo daño al tenerlo tan cerca, pero no quería soltarlo, no quería perderlo, aunque no estuviera con él en sentido romántico.

Tal vez sonaba tonto, pero enterarse del embarazo del Omega fue de cierta manera agridulce.

Y ver aquel ultrasonido en donde apenas podía verse una pequeña mancha grisácea fue la emoción más bonita que sintió, si el destino se lo permitía, podría ver a una pequeña versión de Aori crecer, siendo amado y educado por sus padres.

-¿Keith?-al escuchar su nombre, el alfa salió de sus pensamientos, mirando con sorpresa a ese Omega que lo había llamado por su nombre.

-¿Estás listo?-

-si, pero ¿Está todo bien? Lo llame pero no respondió.-

-sabes, dejemos las formalidades, no aceptaré ni haré caso si no me hablas de "tú".-y ahí estaba ese alfa, echándose la soga al cuello.

-¿Eso es correcto?-

-pues a mi no me molesta.-se puso de pie y tomo sus llaves.-vamonos.-

***

Al llegar a la plaza fue como un botón de olvidó para Aori, todo el asunto relacionado a las personas que le habían fallado se fue de su cabeza.

Claro que la compañía de su jefe también ayudaba, hablaban de cosas que jamás habían tenido la oportunidad de escuchar, pues al verse solo en la empresa únicamente podían hablar de negocios, estadísticas y finanzas.

-y ¿cómo conoció a su prometida?-

Keith soltó un suspiro.-Camila es hija de los amigos más cercanos de mis padres, desde siempre quisieron vernos juntos.-

-¿Entonces se enamoraron desde hace tiempo?-

-algo así.-mintió, pues en todo ese tiempo, la única persona que se había enamorado había sido Camila.-¿Y tú? ¿Cómo conociste a tu marido?-

«Eso me pasa por andar preguntando cosas que no me incumben.» pensó con una sonrisa triste en sus labios.

-pues lo conocí jugando por el barrio, en ese entonces yo tenía solo ocho años, el tenía doce. Recuerdo que todos los que creí que eran mis amigos comenzaron a molestarme cuando descubrieron que era Omega. Me insultaban.-un fuerte dolor en el pecho lo invadió.-Ian fue quién siempre me protegió. Nunca dejo que me hicieran daño. Me cuido incluso cuando mis padres me corrieron de la casa.-

-¿Te corrieron?-

Asintió.-ellos siempre estaban trabajando, ambos eran betas así que no podían descubrirme. Cuando yo estaba en la escuela revisaron mi habitación, encontraron papeles oficiales del colegio en donde aclaraba que yo era Omega. Sabía lo que ellos pensaban acerca de los omegas, por eso siempre se los oculte, pero los secretos siempre salen a la luz.-

-¿Y que edad tenías en ese entonces?-

-trece años.-quien sintió un dolor un pecho está vez fue el alfa.-Ian me llevo a su casa, comenzó a trabajar y después de seis meses me saco de ahí. A mis diecisiete años ya estabamos casados.-

-¿Y tus padres nunca te buscaron?-

-no.-

Keith sufría por dentro, quería abrazar a ese delicado Omega, su pecho dolía al pensar por todo lo que tuvo que haber pasado la persona que amaba en secreto.

Aori en cambio se preguntaba cuando fue que cambio todo, trataba de pesar en qué momento Ian había dejado de mirarlo con amor, cuando fue que todos esos hermosos sentimientos que había sentido por él se habían esfumado.

Ahora solo quedaban los recuerdos de aquel hombre que alguna vez lo había amado con locura.

>>>

¿Si no hay amor? «OMEGAVERSE.»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora