La curiosidad mató al gato

583 77 12
                                    

La noche todavía era joven, Kyle aún tenia varias preciadas horas hasta que saliera el sol. Volvió rápidamente a casa, se puso cómodo y reanudo su investigación.

Iba a centrarse en su alimentación, se negaba a morder a Stan de nuevo, ni en la muñeca ni mucho menos en el cuello, que vergüenza, además Stan no era una fuente infinita de alimento, en algún momento se podría morir si le chupaba tanto la sangre.

Tras varias horas la búsqueda concluyó en tres opciones, matar animales, en especial pequeños ya que eran más fáciles de cazar, robar sangre de bancos de sangre o matar gente, nadie iba a ser tan estúpido como Stan y se iba a dejar herir porque sí sin acusarlo luego por lo que debería acabar con ellos. Ninguna opción le ilusionaba a decir verdad, mientras estuviera cuerdo se negaba a matar a nadie, por lo que le quedaba matar animales o robar, ¿Acaso alguien en South Park donaba sangre? No parecía algo propio de sus ciudadanos. Quizá si tenia suerte había reservas de sangre en el hospital, debería comentárselo a Stan, al fin y al cabo él estaba decidido a ayudarle en todo, Kyle lo había comprobado bien. Matar animales le parecía muy cruel pero viendo su situación quizá era la única opción viable si no conseguía atracar el hospital. Aunque sería mejor si Stan no se enteraba de que iba a comenzar a matar pajarillos y ardillitas del bosque.

Quedaba cada vez menos para el amanecer, hora y media, quizá dos, Kyle no estaba muy seguro, lo que si sabia bien era que era hora de cazar, por más que le doliera no podía simplemente alimentarse de Stan, esta vez lo había dejado bastante débil y el muy idiota no iba a dejar de ofrecerse cada vez que lo viera con hambre.

Kyle volvió a adentrarse en el bosque, debía darse prisa y volver antes del amanecer. Había dado varias vueltas en busca de algún animalillo cuando encontró un par de ratoncillos, parecían escurridizos. Kyle tomo aire, y corrió hacia ellos a toda velocidad, algo dentro de él le había dado seguridad, algo dentro de él iba directo a su presa, parte de él ya no era consciente de lo que hacia, solo quería hincar sus dientes en el animalillo, beber de él hasta dejarlo seco. Kyle agarró un ratón con la mano, el otro lo agarro con los dientes, apretó sus colmillos con fuerza, clavándolos en el ratoncillo, con la mano libre lo sujetaba mientras lo drenaba, en su otra mano el otro ratoncillo aún vivo pataleaba intentando liberarse de la gran fuerza que ejercía la mano del chico.

Kyle lanzó hacia la infinidad del bosque el ratón ya seco y aproximo su otra presa clavando sus colmillos como la primera. Mientras bebía del ya fallecido ratoncillo la consciencia de Kyle pareció volver, apartó al ratón y, comenzó a llorar, lloraba por la muerte de esos dos animales, lloraba al darse cuenta de en lo que se había convertido, lloraba sabiendo que en cuanto algo de sangre estaba involucrada él dejaba de ser Kyle para convertirse en un monstruo, un chupasangre incapaz de pensar en nada o nadie más, lloraba por el miedo, quién le aseguraba que no se iba a volver loco junto a alguien importante para él, quién le aseguraba que la próxima vez su lado monstruoso no mataría a Stan.

Kyle estaba maldito, maldito por su propia curiosidad ingenua, por su ansia de un todo o nada. La curiosidad mató al gato, Kyle a dos ratoncillos indefensos que vivían tranquilamente en el bosque, más le valía a Stan dejar de ser el gato pronto.  


Espera hasta la media noche | Style (Stan x Kyle)Where stories live. Discover now