Visitando el hospital

571 69 25
                                    

Kyle no durmió, sus pensamientos no le dejaron dormir, daba vueltas y vueltas en la cama pero lo que había hecho no salía de su cabeza, no por la culpa, de hecho extrañamente había dejado de sentir culpa cuando mataba, no, su miedo no era lo que hacía sino lo que le deparaba el futuro, solo había sido uno pero cada día que pasaba se volvía más monstruoso y cada día lo tomaba más como algo suyo en vez de algo más actuando con su cuerpo. Ya no eran él y su contraparte monstruosa porque él era ese monstruo por completo.

De vez en cuando Kyle miraba a su lado, Stan dormía, esa era oficialmente su primer día como novios, qué pensaría Stan si supiese que también era el primer día que su novio era oficialmente un asesino.

El día pasó, debían discutir un plan para infiltrarse en el banco de sangre de hospital, Kyle tenía todo a su favor, menos el horario, por la noche era realmente difícil infiltrarse sin ser descubiertos y por el día, bueno era de día y había luz solar, mejor ni intentarlo. Stan podía ir por el día, pero sería fácilmente descubierto y tenía muy pocas posibilidades de escapar. Si querían alguna posibilidad de éxito debían ir por la noche.

Irían al hospital y vestidos de enfermeras se infiltrarían en el área que guardaban todo tipo de sangre, debían tener cuidado de no montar mucho alboroto y de no reventar ninguna bolsa en el traslado.

Todo iba de acuerdo al plan, Kyle y Stan milagrosamente habían conseguido escabullirse entre el personal médico y los pacientes y después de buscar un rato la sala que contenía todas las donaciones de sangre la encontraron. Habían llevado una bolsa de entreno de Stan para meter todos los litros de sangre posibles. Eran todo bolsas de medio litro, cada una marcada con la fecha de extracción y el tipo de sangre que contenían, era como un buffet libre para Kyle, tantos sabores por descubrir y todos tan a su disposición. Stan se encontraba en la puerta vigilando mientras Kyle vagaba entre los estantes, poco le importaba la fría temperatura de la sala o quién pudiese descubrirlos, estaba en su paraíso personal, agarraba bolsas de todos los tipos y las iba guardando.

- Kyle - susurraba Stan - deberíamos irnos ya.

Kyle hacía caso omiso a su novio, continuaba metiendo ese glorioso manjar en la bolsa, salivaba pensando en sus próximas comidas.
Y cuando ya no cabía más en la bolsa simplemente la cerró, se dio la vuelta, agarró a Stan de la muñeca y se fue.

Nadie puso atención a los dos chicos vestidos de enfermeras con una enorme y pesada bolsa, en cambio Stan si que puso atención en pequeñas partes de conversaciones ajenas, aunque fuese sin querer. Hablaban del misterioso asesino y de cómo había vuelto a atacar, no pudo escuchar mucho más que un par de lamentos y varias maldiciones hacia ese "asesino", él prefería llámalo su novio, no podía entender cómo es que la gente se estaba asustando tanto por un par de animalillos muertos.

Y justo cuando estaban en el tramo final, el móvil de Stan sonó, fuerte y repentinamente, todo el mundo a su alrededor se giró a mirarlos.
Kyle por su parte tenía tiempo para reaccionar, una de las ventajas de ser un vampiro. Tenía dos opciones, o agarraba a su novio y los dos huían de ahí, dejando su misión como un fracaso o agarraba la bolsa con la mercancía y dejaba a Stan a merced del destino. No lo pensó dos veces, agarró la bolsa lo más fuerte que pudo y huyó antes de de ser visto.

En escena solo quedaba Stan, disfrazado de enfermera con el móvil sonando a todo volumen, rodeado de doctores y pacientes que lo miraban con confusión. Él también estaba confundido, pero ante todo se sentía traicionado y triste.

Un par de personas de seguridad lo llevaron a una sala a rastras, lo agarraron casa uno de un brazo, Stan estaba inmóvil y aunque no lloraba se le notaba totalmente afligido. Lo sentaron en una silla y le interrogaron.
Habían revisado las cámaras y se le veía claramente entrar en la sala dónde guardaban la sangre y salir, no se veía ni rastro de Kyle, sin embargo todos estaban extrañados por el hecho de que si bien faltaba sangre, Stan no estaba en posesión de esta. Por más que le preguntaban solo obtenían la misma respuesta de parte de Stan, él decía no haber robado nada, solo estaba allí para pasar el rato. Parecía ser la realidad, no tenían pruebas para acusarlo.

Por pocas pruebas que tuvieran, esa noche Stan la pasó en el calabozo, la policía se lo llevó a comisaría, por la mañana tuvo opción a llamada por si quería que alguien le recogiera, ni de coña iba a llamar a Kyle, lo primero porque lo había dejado tirado, lo segundo porque por mucho que quisiera no podía, era de día. Revisó que otras opciones quedaban, ¿Cartman? Probablemente le pediría algo a cambio, ¿Kenny? Eran buenos amigos pero probablemente tiene mayores preocupaciones que venir a buscarle, ¿Butters? Seguro estaría castigado. Llegó entonces a la única opción viable.

Agarró el teléfono y llamó a Pete, quién no dudó en ir a recogerlo. Ya cara a cara estuvieron hablando de la situación y como Stan había acabado ahí.

- Entonces, ¿Te llevo a casa? - Pete preguntaba dando su cañada final a su cigarro.

- No, preferiría que no - Stan se subía al asiento del copiloto mientras su amigo encendía el motor.

Pete entonces miro a Stan quién había posado su brazo y ya se había posición mirando por la ventanilla.

- Vayamos a mi casa.

No hablaron en todo el viaje, solo había silencio, no silencio incómodo, sino más bien un silencio de comprensión, un silencio que hacía a Stan sentirse ante todo melancólico.



Holiiss, aquí el autor otra vez, he tenido bastante bloqueo al escribir esta parte, y a decir verdad no me agrada del todo como ha quedado pero espero que la disfrutéis. Creo que estoy en un bloqueo en general así que puede que pase más tiempo entre capítulos D: Espero poder salir del bloqueo pronto :3

Espera hasta la media noche | Style (Stan x Kyle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora