Started with a lie [Guapoduo]

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El castaño intentaba cerrar su bolso, más no podía pues este estaba lleno de comida que el brasileño había insistido en que llevase el anterior fin de semana en que se quedó en casa de este.

—Leve-o com você, na bolsa!—dijo metiendo en el bolso todas las bolsas de comida que llevaba en sus brazos— Eu lhe comprarei mais quando você vier!

''Today we will talk about the gardens of Ancient China''.

Empezó a sacar las cosas de su bolso buscando su libro de Historia, sacaba y sacaba cosas, una vez que hubo sacado todo no encontró su libro en cambio había uno que en la portada decía ''Psicología deportiva''.

''The gardens of Ancient China...''

Ay, es el libro de Cellbit.

Lo tomó entre sus manos.

Pero no ha dicho nada y ya es jueves. ¿No se ha dado cuenta de que no lo tiene?

''And those gardens...''

Abrió el libro encontrándose con varias palabras aleatorias escritas en las esquinas, esto hizo que soltara una leve risa.

¿En qué piensa en la clase?

Aunque él solo quiera convivir en las vacaciones... Yo... lo extraño todo el tiempo.

Acercó el libro a su rostro.

Siento su calidez... escribió aquí.

Siento su permufe... cómo me relaja.

''Roier?''

Cellbit...

''Roier?!''

El profesor al ver que el alumno no respondía alzó la voz, sacándolo de sus pensamientos.

''Roier Alt?!''

—Ah... Yes! —dijo, sobresaltado.

''What does 'one river three mountains' mean?''

—Ah... —se relajó pues sabía perfectamente esa respuesta— It is a style of the imperial garden of Ancient China.... first implemented by Han Muje in Geonjang Palace. He dug a pond and formed three islands imitating a country... with the desire to have a healthy life and power.

"All right. Sit down! Pay attention to the class.''

—Yes, professor! —guardó el libro nuevamente en el bolso y se concentró en la clase.

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—Cuando volvía al dormitorio desde la casa de Cellbit... me llenó el bolso de comida. ¡Y se olvidó de sacar su libro!

Las clases de ese día habían culminado y ahora nuestro castaño protagonista se encontraba con sus dos amigos, Aldo y Missa, explicándoles el porqué no iba a ir con ellos a pasar el rato.

—Así que tengo que ir a llevárselo. —terminó su explicación.

—¡Si lo necesita, vendrá a buscarlo! —protestó el de máscara.

—No... esto... es una excusa. Voy porque lo extraño. —sus mejillas se tiñeron levemente de rojo.

—¡Ja! —río el de gorra.

—¿Qué...? ¡¿Por qué te ríes?!

—Ay, Roier, pareces una novia nueva. —se burló.

—¡No... soy una novia!

—¿Qué tiene? Te queda bien.

—Cellbit no es la novia claramente. —apoyó Missa.

El sonrojo en sus mejillas aumentó luego de esos comentarios por parte de sus amigos.

Qué raro se siente.

Por culpa de la mentira que les dije... No puedo ni contarles nada sobre él...

Además, todo lo que dije es verdad.

-Continuará-