Started with a lie [Guapoduo]

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—¿Por qué? ¿Por qué tan emocionado por vivir conmigo?

Ya estaban en el departamento del mayor y ahora mismo Roier se encontraba jugando con Bobby y Richas.

—É para os gatinhos —agarró a Richas y se sentó junto al castaño con el gato entre sus brazos.

—Los gatos viven en promedio unos quince años. Si es por ellos, ¿quieres que me quede quince años? —preguntó con un leve sonrojo en sus mejillas.

—Se você não quiser, pode ir embora. Mas se você não quiser ir embora... fique para sempre.

Las palabras del brasileño pusieron tan nervioso al castaño que agarró una almohada para tapar su rostro tratando de que no se note lo roja que estaba su cara y soltó unas pequeñas risas nerviosas.

—Não estou com vontade. —lo miró seriamente con el ceño fruncido— Eu achava que você era meu melhor amigo, mas você tentou me alejar. —llevó su mano hasta los cabellos castaños del contrario, acariciándolos— Se o Wilbur não me dissesse nada, eu seria como um tolo pensando... Onde ir jantar com você, que jogo jogar, o que fazer nas férias, para onde viajar... Você merece uma bronca! —alejó su mano del cabello del de bandana— Mas você... —suspiró— eu o perdoo.

—¿Te enojaste? —cuestionó a la vez que se iba acercando más al rubio— No te enojes...

—¡Miau! —Richas maulló en señal de apoyo hacia el castaño.

—De haber sabido que... —fue acercando su mano hacia la del contrario— no te importa lo que digan... no lo habría hecho. —agarró la mano del más alto y le quitó la pulsera que llevaba en esta— Así que tienes que decirme siempre la verdad. —ahora era el turno de Cellbit de tener un leve sonrojo en sus mejillas— ¡Soy más fuerte de lo que crees! —se colocó la pulsera del contrario en la muñeca— ¡Es mía ahora! —dijo sonriéndole ampliamente.

—Só a pulseira?

—¿Eh?

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—¿Cuándo terminan las vacaciones? Qué largo.

Preguntaba un Quackity sumamente aburrido a su hermano y a Aldo que se encontraban haciendo dibujos para pasar el rato.

—¡Apenas van tres días!

—Si lo extrañas, ve a verlo. —sugirió el de gorra.

—Si fuéramos cercanos, le diría que salgamos.

—¡No, no! Sales precisamente para acercarte.

—Es que me da vergüenza invitarlo a salir, primero.

—¡¿Qué tiene?!

—¡Hazlo! —animaron.

—¿No será que te da vergüenza... porque piensas en cosas raras? —preguntó el de máscara subiendo y bajando sus cejas con el único fin de molestar a su hermano.

—¡No! —exclamó completamente sonrojado.

En ese momento el celular de Quackity que casualmente se encontraba justo alado de Missa, sonó indicando que había un nuevo mensaje.

—Quacks, te llegó un mensaje. ¿Eh? —observó la pantalla del dispositivo.

—¿Un mensaje?

Wilbur:

»Would you like to go shopping with me?

—¡Aquí tienes tu cita! —dijo mostrándole la pantalla del celular al de beanie.

-Continuará-