𝑃𝑟𝑜𝑙𝑜𝑔𝑜

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Un nuevo brillo

Vio en silencio e inquietud como bajaban las lagrimas por su rostro dejando un rastro manchado y desordenado, volviéndolo un desastre aun peor que no sabia como corregir.

¿En serio era tan malo como se lo decían?

Intento quitarse las lagrimas en un brusco movimiento, pero fue igual de inútil que intentar ser normal, un nuevo camino de lagrimas se deslizo por su rostro segundos después sin perdón alguno, dejando nuevamente un contorno húmedo que destacaba lo sucia que estaba su pequeña cara.

No lo entendía, seguía viéndose sin descanso al espejo, pero aun no encontraba nada ¿Por qué era diferente a los demás? ¿Qué lo hacia un fenómeno bicho raro? Tal vez era un poco más pequeño y desordenado, tenia mugre en el rostro y su ropa era grande, pero aun así era muy similar a los otros niños ¿Entonces por que era un monstro?.

No podía verlo, no sabia que era lo que su tío y tía veían en él que lo hacia anormal, que los enfurecía de él, solo sabia que ya no lo quería ¿Pero como te deshaces de algo que no sabes que es? si fuera una mancha o una imperfección entonces sabría que esconder, frotaría su piel con un cepillo hasta quitarla o se cubriría con ropa y tal vez maquillaje, pero no podía encontrar nada...

¿Por qué no lograba saber que estaba mal? ¿No se estaba esforzando lo suficiente? ¿No podía verlo por sus gafas o algo así? Realmente quería cambiar, pero no sabia el que, no podía descubrirlo por mucho que lo intentara, se estaba frustrando.

¿Era siquiera posible para él ser normal? 

Solo quería ser feliz, quería un cumpleaños como los demás niños, una habitación, comida y ropa propia, eso era para los niños normales, para los que no eran fenómenos como él.

Salió de sus pensamientos al sentir un escalofrió por todo su cuerpo y un ligero calor en sus dedos; temeroso por ello se abrazo fuerte, cerrando los ojos con miedo, intentando reprimir lo que sentía siempre que iba a pasar algo raro y lo castigaban por no ser normal, no quería ser eso, solo quería ser amado ¿Era mucho pedir?.

Sintió un ligero destello y completamente aterrado por lo que eso podría significar abrió los ojos, buscando que estaba mal, pero a pesar de mirar desesperado por todo el pasillo no pudo encontrar ningún cambio, ni una mancha nueva en el tapiz o algo de otro color, no podía ver la diferencia.

Esperando que sus tíos tampoco la encontraran decidió mirarse a si mismo, una combinación de terror y esperanza brotando en algún lugar dentro del él, presintiendo un ligero cambio.

Miro en el espejo, esperando ver algo que no estaba allí, algo diferente en si mismo, pero tampoco pudo distinguir nada.

Algo de cansancio llego a si mismo, dándose cuenta que debía de parar con eso, negó con la cabeza antes de regresar a su labores, una extraña combinación de alivio y decepción llenando sus entrañas antes de suspirar, no debería de perder el tiempo en cosas tan inútiles como intentar repararse, no sabia que estaba mal, no podía hacer nada.

Podía tener 7 años, pero no era tan iluso, en donde vivía no podía permitirse eso.

Seria mejor para él simplemente terminar sus tareas para no ser castigado y seguir rezando a quien sea que escuchara que lo hiciera normal, aunque también estaba perdiendo la esperanza con eso.

Cuidando el jardín ignoraba en ese mismo momento que su magia, lo que él consideraba su rareza, respondiendo a sus agitadas emociones, refugio una parte de ella en el vidrio que tenía delante de él momentos atrás.

No noto el nuevo brillo en los ojos de su versión del espejo.

~𝐸𝑠𝑝𝑒𝑗𝑜~Where stories live. Discover now