❦ 𝓟𝓻𝓸́𝓵𝓸𝓰𝓸 ❦

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Dong Min estaba en casa de San Ha, acostado en la cama del pelirrojo, escuchando una de esas tantas historias de su amigo. El omega era muy libertino, salía casi todos los días y siempre le pasaba algo.

Su celular vibró y miró con disimulo sin quitarle la atención a su mejor amigo.

-Sanhie- interrumpió - Mingyu ya vino por mí.

-Bajemos quiero ver a mi cuñado.

Miró al omega sonreír mientras contestaba el mensaje y lo siguió hasta la entrada. Pero San Ha notó algo y no se quedaría callado.

-Minnie... ¿Estás realmente bien?- el pelinegro paró en seco y lo miró.

-S-sí, Sanhie, ¿Por qué?

-Nada, te veo diferente. Solo dime cuando algo vaya mal, aquí estaré- el pelinegro se quedó estático cuando su amigo lo abrazó, no entendía nada.

-Sé que te tengo a mi lado, Sanhie. Gracias por quererme.

Terminaron de salir donde un taxi lo esperaba, el alfa salió del vehículo para recibirlo.

-Me lo cuidas, Mingyu, ya verás si no lo haces- sentenció mirando a la pareja abrazarse.

-San Ha yo siempre cuido de mi bebé- le hizo saber, pero Dong Min puso su mano en la boca del alfa, callandolo inconscientemente.

-Shh, no digas eso. Vamonos.

Se despidió de su mejor amigo y subió al taxi con su novio. Irían a cenar.

San Ha no entendía muchas cosas, principalmente el noviazgo de su amigo con ese pelinegro.

¿Y Bin? ¿Dónde había quedado todo entre ellos?

¿Dónde quedaban los besos que se daban, los cuidados que le dio algún día?

¿Qué había pasado entre ellos? O quizás... Nunca hubo nada entre los dos.

-"Acepto ser tu sumiso, Bin..."

Palabras simples con un gran peso. Fue lo que dijo aquel día cuando decidió entregar su cuerpo al hombre que lo deseaba y aunque estuvo renuente a volver a su lado, nunca se arrepentiría de haberle entregado lo más valioso que tenía.

Era increíble como tu vida puede cambiar de la noche a la mañana, como al aceptar algo que parecía irreal sientes el mundo girando con velocidad a tu alrededor.

Así se sentía Dong Min, perdido y asustado por tanto que había experimentado, pasó de querer morir a agradecerle a la vida el que se haya salvado.

Tal vez y aun no sabía lo que le esperaba, pero cuando escuchara aquella palabra mágica, sin duda caería rendido a los pies de su amo y se entregaría a él en alma y cuerpo.

Una unión de por vida, algo delicado y nuevo, pero tengan confianza en los hechos. Sabrán que hacer para que funcione.

Todo está en descubrir lo nuevo por venir...


My Sweet Baby |❦︎| BinwooWhere stories live. Discover now