❦ 𝟐𝟑 ❦

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Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio.

✯༄ Julio Cortázar.
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Despertó horas después, en la cama de la habitación principal, con el castaño a su lado, abrazándolo por la cintura. Se removió adolorido y le fue imposible soltar un gemido lastimero. Su fantasía comenzaba a pasarle factura.

-¿Minnie?- el castaño se despertó casi al instante, en realidad, acababa de cerrar sus ojos. Estuvo todo ese tiempo pendiente a que su bello durmiente despertara.

Se encargó de llevarlo a la tina, bañarlo, curar sus heridas, vestirlo y acostarlo en esa suave cama. Claro, todo delicadamente y tratando de no lastimarlo.

-Cariño- se levantó rápidamente y ayudó al chico a pararse.

-Quiero ir al baño.

-Vamos, bebé. Te ayudaré a caminar.

-No estoy tan lisiado, puedo hacerlo yo mismo- casi riendo intentó caminar bien, pero se dio cuenta que sus piernas estaban débiles y permitió solo así que el alfa lo llevara. Pero hasta la puerta del baño.

Pasada tal vez una media hora, el castaño estaba entrando por la habitación con un carrito donde llevaba una bandeja con comida para el chico.

-Come, princesa.

-No me digas así- se quejó. El alfa le sirvió hasta donde se encontraba acostado y se sorprendido por el variado menú -¿Cómo conseguiste esto?

-Soy el dueño de esta mierda, tienen que atender mis órdenes.

-Pero son las 2 de la mañana.

-¿Y?

-Arrogante de mierda- dijo y este solo se encogió de hombros.

Arrogante, altivo y egolatra.

Ese era Bin, el verdadero.

-Tienes que recargar energía por ahora. Después revisaré los vendajes que te puse en los pezones.

-¿Van a estar bien?- preguntó con obvia preocupación.

-Tarda en recuperarse el tejido, pero se sanan- afirmó dejándolo más tranquilo -Tendrás tus pezones suaves y lindos para que vuelva a jugar con ellos.

Casi se atora con la comida, se sonrojó y solo bajó su rostro haciendo derretir el corazón del mayor.

-Por cierto... Gracias, Bin.

-¿Gracias?

-Sí, por cumplir mi fantasía. Me encantó- confesó e inconscientemente, estaba mordiendo su labio inferior, llamando la atención del castaño.

-Gracias a ti por confiar en mí- se sentó frente a él, inclinándose y acercando su rostro al del omega.

-Siempre confío en ti, desde el primer día lo he hecho- dio un pequeño pico en sus labios y así otro, y otro, hasta que se unieron en tierno beso.

Tal vez pudo haber estado horas teniendo sexo con Dong Min, pero ese simple beso hacía que todo en su vida cobrará sentido. Sentía que no importaba cuantas veces se uniera a él, su amor no cambiaba, o tal vez sí porque se hacía más grande.

My Sweet Baby |❦︎| BinwooWhere stories live. Discover now