My Sweet Baby |❦︎| Binwoo

❦ 𝟎𝟑 ❦

┏━━━━•❅•°•❈ - •°•❅•━━━━┓

Bebé, deberías saber que no te dejaré ir
Te mostraré el mundo si tú lo dices...

✯༄ SuperM.
┗━━━━•❅•°•❈ - •°•❅•━━━━┛

.

.

.

El omega lo tenía acorralado en el ascensor, besándolo, sintiendo que estaba a nada de dejarle sin labios, pero amaba tenerlo así de cerca, amaba tocarlo y darle una que otra caricia, sintiendo la llegada a su living la cosa más tardada del mundo.

Las puertas se abrieron y dieron pasos torpes dentro del penthouse, fue entonces que el alfa decidió que era momento de jugar sus cartas, así que lo tomó sorpresivamente de los muslos y lo cargó sin despegar sus labios, llevándolo contra la pared y sosteniendolo mientras el pelinegro se removia ansioso.

-¿Ya no vas a huir?- lo volvió a besar y este soltó solo un sonido afirmando -¿seguro?

-S-sí... No más... Nunca más me iré- habló entre besos -Pruébame.

-¿Cómo quieres que te pruebe?- lo tomó bruscamente del cabello y profundizó la danza, el omega sonrió ladino y llevó su mano hacia el pantalón del alfa.

-En cuatro sería bueno que me pruebes.

-Suena interesante.

Aquel deseo desmesurado creciendo entre ambos, la sala inundada de sus feromonas, ansiosos por más que besos húmedos y caricias, la tensión creciendo gracias al jugueteo previo que tenían, pero debía seguir.

-No toques- advirtió el alfa, pero el chico no hizo caso, metió su mano dentro de su ropa interior y sorpresiva fue aquella mano que cayó en su mejilla, una fuerte cachetada que lo hizo detener.

-Te dije que no siguieras- al contrario de reaccionar con molestia o gritar como las otras veces, el pelinegro estaba sonriendo, encantado con aquel trato tan burdo.

-Eso, pégame más... Hazme tuyo...- con sus piernas bien enredadas en su cintura, fue cargado hasta la habitación.

Le cumpliría su capricho.

Lo sentó en la cama y al fin, sus labios se separaron, el menor cruzó sus manos por detrás de su espalda, se acostó boca arriba y automáticamente abrió sus piernas, esperando que el mayor lo atara y tomara control sobre él, pero no lo hizo, en cambio, este se comenzaba a tomar su tiempo.

Si bien, Dong Min le había pedido que jugaran, Bin no quería hacerlo del todo, el alto esa noche planeaba hacerle el amor y tenía motivos suficientes para hacerlo, porque haría el amor con la persona de quien estaba enamorado. Aunque este no le correspondiera.

Acarició sus piernas y fue bajando su holgado pantalón, seguidamente, lo besó dulcemente mientras quitaba su ropa interior dejando en su cuerpo solo la delgada camisa que llevaba, comenzó a repartir besos por su cuello bajando así por su pecho, sus manos no tardaron en pasearse por el cuerpo ajeno sintiendo como con sus toques la piel de Dong Min se erizaba.

Dong Min soltó un gemido cuando la mano del alto tocó su miembro erecto y comenzó a masturbarlo, sus labios se volvieron a unir y en un cierto tiempo, el castaño ya había quitado la camisa y empezado a darle caricias a sus pezones, besándolos y chupandolos con amor, sin lastimarlo, deleitandose con los gemidos que el chico soltaba.