01 de enero de 1999

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Greenville, Carolina del Sur.


-Annie...Annie...- aun era de madrugada, una madrugada donde no estaba Billy, así que asumió que lo que escuchaba era solo un sueño- Annie, ¡Por Dios!- y sintiendo la sacudida de su cuerpo despertó de golpe.

-¿Billy?- se incorporo confundida

-Shhh... no hables tan duro, me cole desde la casa de mamá, vine a verla por el año nuevo- acomodo su cabello con una sonrisa que no podía contener

-¿Qué haces aquí?-

-Te extrañaba...- la miro morder su labio inferior intentando no llorar

-Eres un idiota, te fuiste meses, no supe nada de ti, yo solo... yo...-y tirando de ella bajo su cuerpo la beso nublándole un poco la razón.

Annie sabia que no estaba ahí por mucho tiempo, y no esperaba menos, tenia 20 años, pero no era idiota, comenzó a subir su blusa y encontrar las partes de su cuerpo que extraño, Billy amaba ver a Annie presa de sus manos, era su imagen favorita.

En momentos como este no existía nada, ni la ambición, ni las diferencia, en estos momentos solo eran un par de enamorados desesperados por tenerse el uno al otro. cuando el clímax llego la mande Billy tomo el control para evitar que los descubrieran, su clavícula brillaba en sudor y el la repasaba con ánimos y desespero.

-Se que es una locura- susurro cuando estaban volviendo a tierra - pero ahora tengo un gran empleo, y un departamento en el Brooklyn, podemos tener la gran vida... tu y yo...- besaba su frente nervioso esperando una respuesta que fuera coherente

Annie no sabia que decir, Brooklyn...

-Mira no lo decidas ahora, ven conmigo, conoce el lugar y después decidiremos lo que tenga que pasar-

-¿Se lo dirás a papá?- soltó ingenua- digo, dependiendo lo que pase después de la visita...-

-Yo... sabes que tu padre no lo va a permitir-y al ver su incomodidad lo pensó mejor- Veremos como van las cosas, ¿Qué dices?-

-Bien...- se volvió a acurrucar a su lado con todas esas emociones explotando en el pecho.

Él tenia razón, no existía persona que su padre detestara mas en el mundo que a Billy, si se paraban frene a él seguramente le pondría un par de balazos en medio de la frente, esto tenia que ser un salto de fe.

-Solo ven conmigo...- la atrapo en un beso

Cuando Annie besaba a Billy su mundo perdía sentido, solo podía pensar en él, en sus manos, en todo lo que le hacia sentir, cuando estaban juntos como ahora, con el Billy que conocía, aquel que la amaba y se arriesgaba por ella, Annie se volvía invencible, impredecible, se volvía suya.

Connor nunca estuvo muy feliz con dejar ir a su hermana a Brooklyn, "un viaje de amigas" eso era pura mierda, pero de alguna manera creyó que ella tenia que toparse con la realidad, que desengañarse por si sola, porque su negativa seguramente haría que se aferrara mas y mas a ese infeliz.

La ciudad era increíble, era muy diferente al centro de Greenville, todo aquí parecía ajeno, y de cierta manera interesante. los primeros días fueron un sueño, conoció la ciudad, visito cosas que nunca hubiera vestido antes, se sentía feliz. podría adaptarse, ahora estaba segura de ello, no tenia que dejar lo que amaba para tenerlo, podrían tenerlo todo...

Entonces Billy volvió al trabajo, y el mundo perdió color, la primera cena con sus amigos fue algo que estuvo fuera de su control, critico cada uno de sus movimientos, la manera en la que se veía, en la que hablaba, todo lo que hacia parecía no convencerle.

Una Vaquera llamada Annie BrownWhere stories live. Discover now