25 de Marzo del 2023

91 9 2
                                    

 Edgefield, Carolina del Sur



-¡Tío Nolan!- los gritos de Moni por el campo atrajeron su atención-¡Tío Connor!

-¡Hey!- movió el sombrero al viento con una sonrisa

Pronto se estacionaron en el frente de la casa y ambos niños salieron disparados a dar alcance a sus tíos que volvían a caballo.

-Hola preciosa- Connor la atrajo entre sus brazos a su hermana, siempre la abrazaba de la misma manera, con el corazón un poco roto, como si nunca hubiera sanado del todo pero agradecido al mismo tiempo de poder abrazarla cada día

-Hola, llegamos justo a tiempo- sonrió dándole pequeñas palmaditas en el rostro y mirando como Nolan jugueteaba con sus hijos-Billy llegara en un rato...- suspiro- siempre guarda la distancia un poco en estas ocasiones-

-Siempre ha respetado mucho a Jesse-

-La verdad, aun en días como hoy me sorprende que el hombre que nos atormento durante tantos años sea tan leal-

-Cállate la boca- Annie golpeo a Connor con una sonrisa en el rostro- Las cosas han salido bastante bien con el paso de los años-

-Eso lo sé, pero no puedes negar que fue un grano en el...- y recibiendo un golpe en el estómago las risas comenzaron entre ellos

La tarde se hizo ligera y entre bromas y anécdotas la familia se puso en camino, Annie cabalgo con Moni entre sus piernas, Christopher llevaba a Teddy y el resto de la familia les seguía de cerca. Después de todo aquel caos, en días como este se sentían ligeros, el corazón de todos se fue curando poco a poco. Unos más que otros quizá, pero aquí estaban.

Durante mucho tiempo se negó a enfrentar aquel fatídico día en su memoria y eso la hería, no quería pararse con flores en aquella tumba justo en el día que recordaba ver como a quien tanto amo perdía el color del rostro, no, no quería recordar eso; así que Billy se lo sugirió, no debía porque regresar a ese momento una y otra vez, después de todo lo que pasaron el dolor no era una opción, pero podría regresar mil veces al día en que más feliz fue a su lado. Y ese día fue en su boda.

Por ello cada 28 de Marzo se reunían para honrar su memoria. Las flores adornaban su tumba, era un hombre amable que todo el mundo adoraba y a pesar de los años, a Annie le hacía tanta falta, de tantas maneras aunque pareciera algunos días que no era así.

Una lágrima ligera corrió por el rostro de su madre, mientras acomodaba aquellas flores, y entonces cuando el lugar estuvo prolijo y perfecto se quedó de pie mirando con esa nostalgia que la acompañaba en el pecho.

Teddy tomo la mano de su madre mientras su hermana estaba del otro lado, quizá era demasiado pequeño en aquel entonces, apenas si estaba en el preescolar, pero recordaba perfectamente cuando la sacaron completamente inconsciente, el miedo que sintió en ese entonces... se quedó con él, al menos así fue hasta que conoció a Billy y sus vidas retomaron lentamente la luz.

Teddy amaba a su padre, y le tenía una gran admiración, cada vez que veía en el televisor algún video de sus presentaciones se sentia tan orgulloso de que toda esa sangre recorriera sus venas, que el fuera parte de ese legado. Quizá ahora lo entendía mejor, cuando era pequeño y tomaba la mano de Billy se sentia seguro, pero también se sentia culpable.

Eso había sido hacía ya bastante tiempo, porque ahora entendía que en su corazón podría tener amor para los dos, Teddy era un Phonex, y siempre lo seria, pero se sentia muy seguro de que ser criado por un Montgomery era lo que la vida tenia predestinado para él.

Una Vaquera llamada Annie BrownOnde histórias criam vida. Descubra agora