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Era de noche aún, los ruidos en el primer piso lo habían despertado.

Tomo con cuidado y miró su celular, apenas iban a ser las 4 de la mañana.

Intento volver a dormir, pero los ruidos no paraban. Sabía que algo no andaba bien. Su padre estaba cansado, no creía que se haya levantado tan temprano, además solía levantarse a las 5 de la mañana, no a las 4.

Se puso de pie, debía ir a revisar, algo le decía que tendría que revisar.

No habría problemas con su hermano pequeño, la pastilla que le habían dado era para dejarlo dormido.

Salió de la habitación encendiendo las luces del pasillo.

-¿Papá?.- preguntó.

No obtuvo respuesta alguna.

Sentía que algo malo iba a ocurrir, por lo que miró a su alrededor que podría llevar para defenderse. No era tonto, sabía que debía estar preparado. Tomando una roca en el suelo que estaban usando para que las puertas no se cerraran mientras mudaban todo dentro de la casa.

Aún que el lugar era desolado, sabía que había una carretera cerca.

Fue a la habitación de su padre, dormía también en el segundo paso ya abrío la puerta para pasar a despertarlo.

-Papá.- llamó. -Despierta.- siguió, tomando con ambas manos a su padre y moviendolo.

El hombre en cuestión de segundos despertó, mirando a su hijo confundido.

-¿ESA?...- pregunto.

-Se... Escucho algo abajo...- respondió el hijo.

La luz del pasillo se apagó derrepente, la que ESA había encendido para poder ver.

Se escucho como la puerta se cerró con fuerza, llamando la atención del papá y del menor.

ESA corrió a la puerta, intentando abrirla, fallando.

Había alguien o algo al otro lado que jalaba con fuerza.

El padre se paró por igual, yendo a la puerta e intentando abrir esta por igual. Pero pareciera que nada funcionaba.

Se escucho un grito que les helo la sangre.

-¡SUELTENME!.- se escuchó aquel pedido del más pequeño de la familia.

El hombre esta vez empujó la puerta.

No se trataba de un ataque de ansiedad de SETI, esta vez si había alguien afuera.

ESA miraba preocupo, mientras intento ahora sí, empujar con su padre para abrir a la fuerza la puerta.

Ambos escuchaban los gritos del menor, y derrepente otra voz.

Parecía ser un hombre quejándose de algo.

Con suficiente fuerza, ambos lograron abrir la puerta, el hombre casi cayendo y ESA mirando.

Era verdad, un hombre había intentado evitar que salieran.

Mientras vieron como este se fue hacia atrás, pudieron ver a otro como intentaba agarrar al más pequeño, el cual lloraba y gritaba por qué le ayudarán, se notaba en su rostro el miedo que tenía.

-¡SETI!.- grito ESA.

Su padre intento pasar a por su pequeño, pero el hombre de la puerta se le fue encima, empezando a forcejear ambos e iniciando los golpes.

ESA se fue por un lado, yendo hacia la habitación de su hermano, mientras alzaba con fuerza en las manos aquella piedra que tenía.

Golpeando en la espalda al hombre, tirandolo hacia adelante y haciendo que soltaran al pequeño.

SETI cayó devuelta a la cama, estaba asustado, se le notaba.

ESA se avalanzo contra el hombre, alzando la piedra una vez más y golpeando con todas sus fuerzas.

El hombre esta vez se giró a tiempo, recibiendo el golpe, pero no con la fuerza que ESA deseaba.

SETI se había cubierto los ojos, tenía miedo, no podía moverse, tampoco hablar más. Esperaba poder despertar de esa pesadilla, abrir los ojos y desear estar aún en los brazos de ESA.

Se escucharon varios golpes afuera.

ESA miró, su padre estaba aún ahí, pero al parecer había empujado al hombre por las escaleras.

Ahora el padre se puso de pie, iría a rescatar a sus hijos.

Con los puños apretados, se dirigió a la habitación del más pequeño.

Avalanzandose contra aquel hombre que segundos antes tocaba al más pequeño de sus hijos.

Este no dudo en responder, iniciando así una pelea más.

ESA aprovecharía, se escabullo por un lado y fue directo a ver a su pequeño hermano.

Corrió hasta él, tomándolo de las mejillas.

-Esta todo bien, está... E-Esta todo bien... SETI... M-Mirame... Respira... V-Vamonos de aquí... Debemos de...- un golpe se escucho.

ESA se giró.

Su padre había arremetido contra el hombre, haciéndolo caer al suelo.

Se le notaba cansado. Había hecho todo y había dado lo mejor de si por sus hijos.

-V-Vamonos.- dijo el hombre. -Al auto, ya.- mando.

ESA entendió.

Tomo a su hermano, cargandolo en sus brazos, el pequeño no se iba a mover solo, el miedo era dueño de su cuerpo ahora.

SETI se pegó a él, ocultandose, quería despertar, quería que acabará todo ya.

ESA salió de la habitación.

Se dirigió a las escaleras.

Bajo estás lo más rápido que pudo.

Aquel hombre ya no estaba en el suelo, debía tener cuidado.

Su padre iba atrás.

-¡Al auto, ya!.- les grito a ambos.

ESA asintió.

Pero el hombre debía ir a la cocina a buscar las llaves.

Y fue así.

Aún era de noche, estaba todo oscuro.

ESA solo veía por la luz del cielo y la luna.

Pudo ver entonces.

Aquella van.

No podía ser que fueran los mismos hombres de la carretera.
Era imposible que los hayan seguido hasta ahí luego de perderlos de vista por tantas horas.

ESA fue al auto, estuvo ahí parado, se giró para ver a su padre.

Este salía lo más rápido que pudo, tenía las llaves y ahora aquella arma que siempre traía que había escondido en la cocina.

Una sonrisa apareció en su rostro.

Podrían huir ya.

Pero esa sonrisa se borró cuando escucho el arma dispararse.

AU - GhostLandWhere stories live. Discover now