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SETI había salido de su operación con éxito.

Al parecer la bala no había dañado nada importante y solo se había alojado en la carne a un lado de su espalda.

Sin embargo tubo que ser dormido por cuestiones de la cirugía. Había sido llevado a la habitación en dónde estaba ESA.

NASA los cuidaba, mientras esperaba la llamada de ONU. Sin embargo habían pasado muchos minutos y no tenía respuesta alguna.

Al cabo de los minutos recibió un mensaje. Era aquella organización quién mandaba una foto de USA y Francia retirándose.

Lo mandaron a él a preguntar y simplemente les mintió.

NASA respiro de forma profunda, estaba aliviado de haberse sacando aquella presión el pecho.

Seguidamente recibió una captura de pantalla de los pasajes que ONU le prometió y aquel dinero.

ESA jugaba de forma nerviosa con sus manos, mirando de vez en cuando la ventana. Esperaba tener suerte esta vez, su hermano y él ya habían pasado por suficientes cosas.

Sólo rogaba por un poco de paz, era libre de ese Alfa y su hermano de esos betas.

Levantó la mirada para ver cómo NASA se le acercaba. Este trae una sonrisa en su rostro. Se acercó para abrazarlo y ESA correspondio una vez más.

-ONU los distrajo... Les mintió y nos ayudó a decir que no estábamos aquí.- dijo NASA mientras se separaba.

ESA lo miro un poco confundido. ¿ONU le había estado ayudando?. Nunca creyó qué alguien como él les ayudaría en eso.

El más pequeño de los tres seguía dormido en aquella camilla. Debía reposar aún de la operación y apenas estuviera estable serían de qué lugar en busca de la paz que siempre deseaban.

-Debes contarme todo lo qué que ese Alfa les hizo... Se lo comunicaré a uno y hará un seguimiento de lo que sucedió. Esta abriendo un expediente para exponer a USA y luego publicarlo públicamente para que todo el mundo sepa lo que hizo.- dijo NASA.

ESA miró a otro lado. Lo último qué quería recordar era lo que sucedió en aquella casa.

Sin embargo sabía que tenía que hablar. Debía vengar la muerte de su padre y si esta era la única forma qué podría hacerlo entonces no sería en vano el sacrificio de PS.

[...]

NASA terminaba de escribir todo lo que esa le dijo. En su pecho yacía un sentimiento amargo de impotencia y repulsión. No puedo estar ahí con sus hermanos y mucho menos para ayudarlos.

Su padre falleció y no tenía ni idea en dónde estaba su cuerpo para despedirse cómo se debía. Sin embargo agradecía que estaban juntos ahora.

Apenas llegaran al otro país, buscaría la ayuda qué ESA y SETI necesitaban.

Se escucharon pequeño ruidos el otro lado de la habitación. SETI empezaba a despertar. NASA fue hacia su lado.

ESA de igual forma se puso de pie descalzo fa de aquel sofá y se dispuso a ir hacia su pequeño hermano.

El más pequeño empezaba a balbucear alguna que otra cosa ya que había sido anestesiado por lo peración y lo había dejado un poco tonto.

Los mayores sonrrieron un poco.

SETI abrió los ojos solo para empezar a quejarse sobre la luz del lugar.

La felicidad que sentía NASA era innombrable, por fin estaba con sus hermanos, escaparían juntos y los cuidaría.

Eso era lo que su papá quería, que sus hijos fueran libres. Murió por eso, cumpliría su promesa.

Miró hacia un lado, podía ver a USA entrando en aquel auto.

Simplemente se fue.

¿Realmente había acabado?... Una sensación tonta de paz estaba en su pecho.

Por su lado, ESA había tomado la mano del más pequeño.

Cerró los ojos y se arrecostó un poco en la camilla, teniendo cuidado de la herida de su hermano.

Se acurruco un poco, había empezado a llorar una vez más. Pero está vez, esas lágrimas no eran de miedo, simplemente de felicidad.

Empezó a sentir aquel viento en su cabeza, lo que le obliga a alzar una vez más la mirada.

Estaba frente a aquella casa una vez más, pero era diferente. Se veía como cuando llegaron, pero la luz de aquel soleado día tocaba su rostro y el cantar de los pajaros tocaban sus oídos.

Y frente a aquella casa, estaba ese hombre.

Miraba con una sonrisa de paz y tranquilidad.

ESA sonrió de igual manera y simplemente corrió a sus brazos como cuando era un niño pequeño.

Al llegar se acurruco como siempre le gustó.

Empezando a llorar.

-Estoy orgulloso de ustedes...- se le escucho decir.

ESA rio un poco sin dejar de derramar lágrimas.

-Pero debes irte ya... No perteneces aquí...- siguió. -Son libres ESA... Pueden irse a cualquier lado y tener las vidas que siempre quise para ustedes...-

ESA no quería soltarse, sentía aquellos brazos protegerlo, se rehusaba a dejarlo.

Pero el padre lo tuvo que separar, tomó del rostro al más pequeño y le dió un beso en la frente.

-Mi pequeño niño... Siempre estaré con ustedes y lo sabes... Nunca los dejaría...-

-N-No quiero... N-No quiero que te vayas por favor...- pidió el más pequeño.

-Yo no soy el que se irá, ESA... Debes de volver tú... Tu lugar está ahí, junto a tus hermanos... En ese nuevo mundo que tienes por explorar y seguir...- explicó.

-P-Por favor...-

-ESA... Se feliz... Se que me extrañarán... Pero no hagas que mi muerte sea en vano... Vive la vida que quería para ustedes... Una vida en dónde son libres y escogen por sí mismos...- respondió.

ESA solo le miró, entendía el pedido de su padre. Pero aún así dolía.

Asintió levemente.

Esto le saco una sonrisa a su padre.

-Eso me gusta, mi pequeño trozo de cielo...- consoló.

El hombre se separó, alejando sus manos de aquel abrazo.

Estirando una de ellas.

-¿Bailamos una última vez?...- preguntó el padre.

ESA sonrió, tomando aquella mano del hombre que siempre lo cuido.

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⏰ Última actualización: Aug 17, 2023 ⏰

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