Capítulo 2

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Una semana pasó desde que Mina comenzó a leer los archivos de Chaeyoung, sus ojos ya no daban más y sus sueños eran todos sobre una mujer asesinando una persona tras otra de manera sangrienta, Chaeyoung visitaba sus sueños todas las noches incluso sin conocerla físicamente, sabía que era ella la dueña de esas pesadillas. 

Aquel viernes por la tarde visitaría el pabellón de mujeres, dónde Son tenía una celda especial separada del resto, dónde hace ya varios días esperaba su sentencia. 

Estaba nerviosa, la vería por primera vez, vería el rostro claro y solemne de la menor, una persona de la que tanto leyó pero que nunca había visto en lo absoluto.

La sala de espera era de un gris y blanco desgastado por el tiempo, había olor a humedad y podía sentir el frío entrar por todos los huecos posibles de aquella habitación, Mina esperaba con sus brazos encima del resumen que hizo sobre el caso mientras acariciaba sus dedos para calmar la ansiedad. 

Escuchó a un guardia gritar que abrieran la puerta y cuando está se abrió, vio a una rubia ser empujada al centro de la habitación de manera violenta. 

—Ahí tienes a la rata. —Exclamó de manera brusca el oficial, Mina solo giró los ojos ante la actitud infantil de aquel hombre. 

—Gracias. —Respondió esperando que cerrara la puerta y las dejara solas. —¿Puedes retirarte? 

—Disculpe señorita abogada, pero ¿Quieres que la deje sola con este monstruo? . —Preguntó incrédulo tomando su arma reglamentaria. —Ante el primer movimiento tenemos la oportunidad de dispararla sin ningún inconveniente, le conviene que me quede aquí. 

—No es necesario, además, lo que tengo que hablar con la señorita Son, es confidencial.. por ahora, por favor, retirese, cualquier cosa, yo le aviso. —Exclamó con dureza y el guardia se encogió de hombros. 

—Usted sabrá. —Una vez que él se retiró por fin tuvo la oportunidad de soltar el aire que estaba reteniendo y mirar a su cliente, Chaeyoung estaba sentada cabizbaja, no podía ver su rostro por su largo cabello rubio con mechas negras. 

—Ahora si, buenas tardes Chaeyoung. —Saludó Mina sentándose frente a ella, la menor comenzó a jugar con sus dedos, susurrando un pequeño "Buenas tardes" como saludo. —Bien, quiero tomar está instancia principalmente para conocernos antes del juicio, quisiera saber un par de cosas sobre ti y acordar una defensa ¿Te parece? 

—¿Cómo te llamas? . —Preguntó la menor casi susurrando, Mina junto ambas cejas confundida al no escuchar. 

—¿Perdón? . —Preguntó para que Chaeyoung volviera a repetir lo que dijo. 

—Tu nombre. —Exclamó levantando la mirada por primera vez, Mina quedó muda ante los orbes marrones tan potentes que la observaban con curiosidad, sin querer comenzó a detallar todo su rostro y se sorprendió ante la belleza de la joven, sin duda todas las descripciones y retratos no le habían hecho juicio en lo absoluto, Son Chaeyoung era verdaderamente muy hermosa. —Quiero saber cómo te llamas, si vamos a conocernos deberíamos comenzar por ahí ¿no? . —Volvió a repetir al notar la visible confusión y distracción en la cara de su abogada. 

—Si, disculpa. —Carraspeó y se acomodo mejor ya que notó que se inclino mucho hacia delante quedando cerca de la contraria que la miraba aún esperando una respuesta. —Myoi Mina. 

—¿Mina? Es un lindo nombre. —Comentó levantando ambas cejas sorprendida. —Te queda bien, tú eres muy linda también. ¿Cuántos años tienes? . —Habló con tanta naturalidad que el corazón de Mina comenzó a latir errático, sus mejillas se sonrojaron ante la seguridad con la que hablaba. 

Luz delito / MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora