Capítulo 9.

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Goku estaba confundido, pero determinado a la vez. Su amiga, pareja aunque aún no entendía muy bien el termino en el contexto que usaban Kami y los demás ahora tenía un rostro de dolor.

Ella soltaba unas cuantas lagrimas mientras apretaba las sabanas de su cama con fuerzas, Kami estaba a su lado al igual que Mr. Popo que cargaba varias toallas blancas con una expresión de leve preocupación, era la primera vez que lo veía así.

Quería ayudarla, quería intentar quitarle ese dolor y ponerlo en él mismo para evitar su sufrimiento.

-¡Go... Goku! -ella gimió sacando de sus pensamientos al joven que la miró esperando un pedido de ayuda, algo que le diera una señal de qué hacer en ese momento de pura confusión- Gracias por estar aquí -le murmuró con una gran sonrisa feliz.

El Son abrió sus ojos de sorpresa, ¿solo era eso?

Estaba comenzando a frustrarse demasiado.

-Quiero ayudarte -le habló preocupado exaltando su expresión al ver como la mujer hacía una mueca de dolor.

En respuesta ella extendió su mano, el guerrero sin dudarlo la tomó sintiendo su calidez.

Estaban en medio del parto de Irene Belserion, el bebé estaba por salir y al fin observar el mundo con sus propios ojos y para apoyarla estaban allí Goku, el mismísimo Dios de la tierra con una expresión serena ante la interacción de los jóvenes.

-Lo haces y no sabes cuánto ya hace tiempo -le volvió a sonreír.

-Irene... -Goku murmuró tomando entre sus dos manos la de la mujer intentando ser lo más delicado posible.

Ella sentía las ásperas manos del saiyajin intentando reconfortarla y solo eso era su deseo en ese instante.

"¡Grihgs!"

Un fuerte gemido de dolor fue expresado por ella.

-Tranquila ya está saliendo Irene -habló con total calma el Dios que estaba sirviendo de partera en el labor.

Tras unos segundos casi eternos para Goku por fin pudo oír otra cosa más que dolor, era llanto, un llanto agudo, fuerte y sobre todo lleno de vida.

Irene con sus hermosos ojos avellana observaba la cabecita carmesí del bebé entre los brazos del Dios, rodeado de una manta blanca acurrucándose tiernamente mientras soltaba gritos y lágrimas al salir de su lugar de confort, pero ya era el momento.

La dragón slayer comenzó a llorar con intensidad al ver esto, con su mano libre cubrió su boca un gemido de alegría infinita.

Goku era un caso contrario, como pudo se asomó a ver al recién nacido, era pequeño y se veía yan frágil que un miedo hasta de sostenerlo se apoderó de él.

-Es una niñas, unas hermosas niñas identicas a las madres -habló Popo con alegría palpable.

"Glup"

Goku no sabía que hacer y eso fue notado por la Belserion que se quedó observándolo con atención.

Ya tenía una semilla del ermitaño justo en la mesita de luz al lado de la cama que se creó para el parto del bebé, pero decidió mejor hablar antes de comerlo.

-Anda Goku, cargala -le pidió con amabilidad confundiendo de sobremanera al azabache.

-Pe...pero.

-Hazlo por favor -nuevamente habló zafando sus manos de las del guerrero

Goku no tuvo palabras para refutarla, miró a Kami y asintió, este último con una sonrisa casi paternal entregó al bebé.

Goku casi tiembla al sostener a la niña pelirroja quien en busca de calor se acurrucó entre los brazos y pectoral del guerrero.

La Dragona y el Guerrero.जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें