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-Les dije que debimos tomar un taxi-dijo juan avergonzado, notando la mirada de sus vecinos sobre ellos. -Robleis vive cerca, no iba a pedir un taxi para cuatro cuadra-respondió
Rubius, abrazando con más fuerza su peluche favorito.

-Además, ya está oscuro, es normal andar en pijama a estas horas-agregó Quackity, caminando con seguridad mientras arreglaba su gorrito que hacía juego con su conjunto de dormir.

-Si, es normal, ¡pero no en la calle!-exclamó el de anteojos, cuidando que sus almohadas y peluches no cayeran.

Los tres chicos se encontraban de camino hacia la casa de Tomás, todos vestidos ya con sus pijamas, caminando como si fueran plenas dos de la tarde. Las personas los miraban divertidos, algunos solo reían o no les tomaba importancia. Juan insistió en que debían ir con ropas normales, pero sus amigos lo convencieron de que sería mucho más práctico si ya iban vestidos. Y por esa razón, juan iba con su pijama morada con estrellas blancas, Rubius con su pijama rosa con nubes celestes y quackity con su pijama blanca con pollitos de colores.

Luego de caminar un rato, por fin llegaron. Los tres agarraron con fuerzas sus cosas y algunas bolsas de frituras que habían comprado de camino, acomodando sus ropas y verificando que sus pantuflas no se ensuciaran mucho en el camino. Estaba de más decir que estaban nerviosos, los tres querían hacer como si nada, pero eran obvios.

¡Ruuuub!-exclamó Robleis al momento de abrir la puerta, tomó la
mano del menor y lo metió a su casa, dejando a juan y quackity solos.

Ambos se miraron confundidos y empezaron a reír, Rubius ni siquiera sintió cuando ya estaba siendo jaloneado al interior de la casa.

-Ni siquiera nos saludó-dijo Quackity, tomando la mano de juan para adentrarse al hogar de Tomás.

Cuando juan y quackity entraron, todas las miradas viajaron hacia ellos. Juan puso sus ojos rápidamente en spreen, se veía lindo en su simple pijama blanca con rayas verticales azules, pensó que se veía como esos hombres mayores con pijamas aburridas, pero aún así, le parecía lindo.

Carre hizo señas a quackity para que se sentara a su lado, el menor se soltó del de anteojos rápidamente y corrió hacia donde le estaba haciendo espacio. Juan, por su parte, tomó asiento en el sofá, sintiéndose un poco extraño al estar en una casa que no era la suya o la de sus amigos.

-Ahora que estamos todos,
prepararemos algo de comer y luego veremos una película — dijo robleis, mirándolos a todos con una enorme sonrisa que de seguro no se le iba a borrar dentro de un buen rato.

-¿Cómo vamos a dormir?-cuestionó spreen, no podían todos dormir en la
cama de Robleis porque aunque fuera enorme, no era suficiente.

-¿Acabamos de empezar y ya estás pensando en dormir?-preguntó carre con una mueca.

-No es eso, lo digo porque lo más seguro es que Robleis se quede dormido rápido y nos deje en el suelo a todos-se cruzó de brazos el pelinegro.

Juan rió en voz baja ante el comentario, spreen se quejaba mucho de muchas cosas y eso le parecía divertido.

-Lo tengo cubierto. Tú, carre y yo dormiremos en el sofá cama-vio la mirada de disgusto de sus amigos-Juan, Rubius y quackity dormirán en mi habitación, creo que caben perfectamente en mi cama, ¿les parece bien?

Los menores asintieron sin protesta, al menos dormirían en una cama y no en el suelo o algo así. Spreen miró mal a Robleis, estaría muy separado de juan a la hora de dormir y eso no le gustaba, la vaga idea de verlo al despertar había sido una ilusión que rápidamente desapareció con el plan.

-Bien, empezamos- Robleis juntó sus manos con emoción y se dirigió a la cocina.

Sería divertido.

Sería divertido

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