august | baeksoo

tree

AUGUST SLIPPED AWAY INTO A MOMENT IN TIME.

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Los días continuaron escapando entre los dedos de Kyungsoo como granos de arena. Había recibido más mensajes de su manager insistiendo por saber dónde se encontraba Kyungsoo pero él solo reportaba que estaba bien y regresaría a finales de mes o principios del siguiente. Su manager le hizo prometer que al menos regresaría para la última semana de promociones de su película y el gran estreno en la capital, Kyungsoo había aceptado de mala gana. Aquello le dejaba con los días contados para tratar de restaurar su amistad con Baekhyun, cosa que estaba resultado increíblemente complicada.

Sus días continuaron plácidos, mezclándose unos con otros hasta perderse en su memoria. Kyungsoo había salido a caminar la mayoría de los días sin alejarse mucho, ya que aunque Kyungsoo conocía la isla, no se arriesgaba a adentrarse en los senderos más traicioneros por sí mismo.

Una tarde en particular Kyungsoo decidió trabajar en su proyecto personal en la playa, ya que Baekhyun había salido desde temprano con Chanyeol a la pequeña ciudad a comprar herramientas para sus cosechas. Kyungsoo no soportaba estar en la posada cuando ésta estaba vacía; todos los fantasmas de sus errores acechaban en cada esquina y no dudarían en colgarse de sus hombros si Kyungsoo se los permitía, así que optó por escapar a uno de los lugares que sentía más seguros en toda la isla.

Encontró una canasta pequeña y la llenó con algunas cosas para comer y también llevó una de sus toallas para poder sentarse más cómodo en la arena y se dirigió al espacio exacto donde hacía muchos años solía reunirse con Baekhyun y Jongdae todas las tardes para hablar de cualquier cosa, o nadar en el mar, o incluso probar por primera vez un cigarro a escondidas de sus padres y hermanos mayores.

Aquellos recuerdos eran diferentes, estos no se sentían como fantasmas sino como sueños de una vida lejana. En su mente eran vibrantes, jóvenes y hermosos. Cómo deseaba regresar a aquellos días al menos por una vez para saborearlos nuevamente pero ahora lo único que podía hacer era visitar el mismo lugar, recordando a Jongdae con cariño a pesar de no haber hablado con él en años y deseando que Baekhyun no se sintiera tan distante a pesar de estar viviendo bajo el mismo techo.

Kyungsoo extendió la toalla en la arena y encendió su computadora para continuar trabajando en su proyecto. Se refugió bajo la sobra de una piedra enorme que marcaba el punto exacto de encuentro de sus viejos amigos y saboreó el aire salado mientras se dejaba transportar por el sonido del mar.

No supo cuanto tiempo estuvo perdido en su escritura hasta que se percató que ya se había hecho tarde y el cielo estaba cambiando de colores mientras el sol comenzaba a desaparecer. Al levantar la vista de su ordenador para admirar el espectáculo frente a él pudo notar por primera vez que no estaba solo. Baekhyun estaba de pie en el mismo camino que ambos habían transitado unas noches atrás en la noche de películas, alejado del lugar donde se encontraba Kyungsoo pero no lo suficiente para que él no pudiera verlo. Baekhyun solo miraba hacia la puesta de sol.

—¿Hace cuánto tiempo estas ahí? —preguntó Kyungsoo viendo como el viento agitaba el cabello de Baekhyun.

—Unos diez minutos —respondió él sin apartar la vista del sol.

—¿No quieres bajar a ver la puesta de sol aquí? —preguntó Kyungsoo antes de perder el coraje—. Éste sigue siendo el lugar de reuniones, aunque Jongdae no esté.

—Ni tu ni Jongdae han estado aquí ya por un tiempo —dijo Baekhyun en voz baja pero se acercó al lugar donde Kyungsoo estaba sentado—. Y sigue siendo el punto de reunión aún así, aunque solo seamos los fantasmas de esta isla y yo.