august | baeksoo

eight

CAUSE YOU WEREN'T MINE TO LOSE (M).

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baekhyun's pov.

¿Qué se supone que Baekhyun tenía que hacer ahora que estaba solo? No podía recordarlo. Ah, claro. Ya era el momento de recolectar los últimos duraznos de la temporada antes que se maduraran de más o la lluvia se los llevara. Trataría de no comerse la mitad por la ansiedad esta vez, como había ocurrido con sus fresas. También trataría de no ir al extremo contrario y olvidar comer, como la última vez.

Trataba de mantener sus días ocupados, algo que no era difícil con todo lo que tenía que hacer en la granja. Baekhyun ya no lo consideraba una posada, realmente. La mayoría de la gente que visitaba eran turistas que venían de paso un par de noches o personas que algunas vez vivieron en la isla y venían de vacaciones un tiempo.

Baekhyun recogió sus frutas, las lavó, las almacenó y guardó en su refrigerador para ir a venderlas la siguiente semana a la pequeña ciudad. Recogió la casa y la limpió a fondo, desde las enormes ventanas, los armarios en las habitaciones, debajo de los muebles, cada recoveco que se le ocurriera trató de dejarlo limpio. Cambió los juegos de sabanas de todas las habitaciones, incluyendo la suya. Al finalizar, todo olía a limpio. No quedaba un solo rastro. Estaba exhausto.

Chanyeol por alguna razón creía que tenía que estar pegado a él como una garrapata cada segundo que no estuviese trabajando. "No quiero que hagas nada estúpido, Baekhyunee" le había dicho cuando Baekhyun le preguntó al respecto. Algo estúpido, ¿como qué? Baekhyun simplemente continuaba con su vida igual que siempre. Había demasiadas cosas que hacer.

Ahora que el tiempo había mejorado, Baekhyun había aprovechado para ir a pescar con Minseok y su familia. Ese fue un día bastante agradable; estando en mar abierto con el sol sobre ellos y el mar infinito a su alrededor, Baekhyun recordó la inmensidad del mundo y lo pequeña que era la isla en comparación. A veces Baekhyun lo olvidaba; que existía un mundo completamente diferente allá afuera y que sus problemas, por enormes que parecieran, eran en realidad inconsecuentes.

No le dio a su cuerpo un segundo de descanso. Temía lo que su mente pudiera comenzar a imaginar o recordar cosas si se quedaba quieto por más de lo necesario. Volvió a subir al templo de la isla, esta vez por uno de los caminos más largos y un poco menos empinados acompañado de Chanyeol. Aunque ese sendero era más fácil que el que usaron la última vez, Chanyeol tampoco pudo completar el viaje y regresó a mitad de camino. Baekhyun continuó solo esta vez.

Al llegar a la cima unió sus manos en una oración silenciosa. Tomó el papel que llevaba dentro de su chaqueta junto a su corazón y escribió en él. Dejó el papel enrollado en el mismo tronco de árbol donde siempre dejaba sus deseos; junto a los otros dos papeles que todavía se encontraban ahí.

Hizo su camino cuesta abajo mucho más rápido y al llegar a la granja tomó una ducha caliente. Ni siquiera consideró llenar la tina con aceites medicinales para relajar sus músculos, no era necesario. Además, era un desperdicio de agua que podría usar para otras cosas.

Chanyeol pasó a verlo algunas noches a ver películas o jugar con la nueva consola que había comprado en la ciudad hace poco; era igual a la que Jongdae había traído cuando vino a visitarlos hace... ¿dos o tres semanas? ¿Tanto tiempo había pasado ya? Chanyeol también insistía en quedarse a dormir algunas noches, Baekhyun asentía sin darle mayor importancia.