Capítulo LII

2.7K 269 27
                                    

Tras haber estado hablando con Kelly me fui por que recibí una llamada de una de las enfermeras que había contratado para vigilar la salud de mi progenitora

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Tras haber estado hablando con Kelly me fui por que recibí una llamada de una de las enfermeras que había contratado para vigilar la salud de mi progenitora.

Estaba estable y querría hablar conmigo.

Cuando llegue al hospital subí al ascensor junto con una niña que se encontraba con su enfermera mientras ella jugaba con sus manos sentada en su silla de ruedas, y me miraba según ella creería disimuladamente yo sonreí cuando nuestras miradas se cruzaron.

—Hola preciosa—dije y ella se sonrojo muchísimo y escondió su carita entre sus manos—¿Cómo te llamas?

—Hola encantada me llamo Sandra—dijo y yo le sonreí.

—Encantada Sandra, yo me llamo Bellamy—dije y ella sonrío.

—¿Estás malita Sandra?—pregunte y ella bajo un poco la cabeza y su rostro  se entristeció y asintió ante mi pregunta.

—Si tengo pupa aquí—señalo su pecho—Duele mucho a veces, pero ahora estoy bien, así mis papas no estarán tristes así que tengo que estar bien—dijo y a mi se me estrujo el corazón ante sus palabras.

—Bueno usted señorita se baja aquí—dijo la enfermera cuando el ascensor se detuvo y otro enfermero se llevo a la niña quien se giro a mirarme.

—¡Sandra, Sandra Martin!—dijo con una sonrisa.

—Bellamy Lowell—dije antes de que se cerraran las puertas del ascensor dejándome con la enfermera.

—Esa pequeña es una luchadora, tiene un problema en el plumón y necesita una cirugía que sus padres no se pueden permitir, se aferran a la idea de pasar sus últimos momentos con ella—dijo y se seco una lágrima de su ojo—Es una niña maravillosa la vida es bastante injusta no cree—dijo mirándome con tristeza.

—La vida es impredecible—dije y ella asintió y llego a mi planta donde me despedí de ella y salí del ascensor yendo a la habitación donde se encontraba ella.

Me paré enfrente de la puerta y golpeé tres veces hasta escuchar su voz diciéndome que pasara. Cuando entre adentro ella se veía mucho mejor, no la veía desde hace bastante tiempo en este misma sala.

—No te ves tan moribunda—dije y ella sonrió.

—Hola hija—dijo riéndose—Gracias por venir, no creía que vinieras la verdad estoy muy sorprendida y agradecida.

—La verdad me podía la curiosidad saber que tenías que decirme para hacerme llamar—dije sentándome en un sillón al lado de ella.

—No creo que sea suficiente decirte que estoy sumamente arrepentida no tengo ningún derecho en llamarte a que vengas a verme, no me lo merezco, por eso he acabado así, sola, desde que tu padre se fue me he dado cuenta de muchas cosas—dijo dando un suspiro, mi padre se había ido alegando que necesitaba algo de tiempo para pensar en su matrimonio—Lo mala madre que soy, lo mala esposa que fui y también lo mala persona que he sido toda mi vida con la gente de mi alrededor, lo siento tanto Bellamy no te merecías nada de lo que te hice pasar.

—Ya hablamos aquella vez, y te perdone por que ni quería dejar cabos abiertos de mi yo pasado, he cambiado madre soy feliz, al final si que puedo llegar a ser feliz por mi propia cuenta, me diste la vida y te estoy agradecida por que al fin y al cabo también he tenido buenos momentos—dije de forma sincera.

—Sabes yo también tuve muy buenos momentos en mi vida, como cuando conocí a tu padre, cuando me case con él y cuando te tuve a ti, en esos momentos era feliz, la depresión post-parto y la muerte de la abuela me hizo cambiar y cerrarme, nunca llegue a pensar que perdería a mi madre de aquella manera, estaba destrozada y dentro de mi odiaba a todo el mundo, se que no tengo excusa pero fue la opción más fácil para mí—dijo y la escuché por primera vez llorar de manera real—Perdóname no quiero que me consideres tu madre de la noche a la mañana, por que se que es una tontería, pero dame tiempo para enmendar mis errores y llegar algún día a pasar un rato contigo como madre e hija.

—Igual algún día madre—dije levantándome y ella sonrió—Nos vemos y mejórate—dije recogiendo mis cosas y estaba llegando a la puerta cuando me detuve y ella me miro confusa—Se me olvidaba, tienes visita—dije y salí encontrándome a mi progenitor con un ramo y algo desaliñado, aunque aún no los perdonó  no les podría desear ningún mal y sé que se quieren supongo que son el uno para el otro.

—Hija—dijo sorprendido al verme yo le detuve y le deje pasar, él nervioso paso adentro y escuché un sollozo de mi madre.

Al final si que tuvo razón en una cosa, no puedo albergar ningún mal en mi corazón.

Baje por el ascensor y baje pensando en todo lo que sucedió en este tiempo, y por fin podría llevar a Elisa ante la justicia sentía como un gran peso se quitaba de mi pecho y podía llegar a respirar con tranquilidad, baje y llegue al mostrador donde estaba una amable señora que ya me conoce de todas la veces que había venido a pagar el tratamiento de mi madre, y en cuanto me vio sonrió con alegría.

—Hola cariño, has visto a tu madre hoy—dijo y yo asentí—Eres la hija que cualquiera querría desear—dijo y yo sonreí agradecida y pague el coste—Ya es la ultima vez que tendrás que pagar su tratamiento dentro de poco le darán el alta, pues nos vemos pronto—dijo y yo negué—¿Ocurre algo querida?—yo negué calmando su preocupación.

—Hay una niña, que esta esperando por una cirugía, su nombre es Sandra, Sandra...

—Si, Sandra Martin—dijo en un suspiro triste—Es una lástima que una niña tan buena llegue a tener un final como ese.

—Yo quiero pagarle la operación—dije segura de mis palabras.

—Querida estás segura, de verdad es muy cara la operación—dijo y yo asentí segura—Eres un cielo, lo pagarás a plazos—yo negué ante su sugerencia.

—Ahora todo, quiero que la operen cuanto antes, me da igual lo que cueste pero necesito que esa niña este mejor cuanto antes, y no importa el dinero dígame cuánto es para que ella este operada antes—dije siendo clara y ya parpadeó y me dio fecha para mañana y le di una de mis tarjetas y se sorprendió al ver que era una de las tarjetas ilimitadas yo no le di mucha importancia y una vez listo le dije que avisará a su familia y que me avisara en cuanto estuviera bien la pequeña Sandra.

—Si yo le avisaré dalo por seguro—y yo asentí complacida.

Espero que te mejores pequeña Sandra.

Fallen AngelWhere stories live. Discover now