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—No creo que esto sea buena idea —Digo a Mild cuando deja un vaso de licor frente a mi, en la barra.

Cómo ya no tenía la excusa de cuidar de Jahel ahora que estábamos viviendo con mi hermana y su marido, Mild me convenció para acompañarlo al bar donde trabaja. Lo habían llamado para cubrir a uno de sus compañeros y Mild no dice que no al dinero extra.

—Si lo es —me asegura —. Tuviste un día de mierda y lo más seguro es que pronto te quedes sin empleo.

Le puse mala cara.

—Gracias por el apoyo —ironice. Él se rio.

Pero la verdad es que podría estar en lo cierto, así que apuré el líquido ámbar y me lo bebí.

El dueño de la empresa se negó a verme y la señorita vicepresidenta no me quiso dar la cara, se excuso diciendo que eso tendría que hablarlo con él jefe de la compañía. Y, si mañana no me corría a patadas el CEO por el escándalo que planeo hacerle, renunciaré yo mismo porque no me siento protegido con sus normas de mierda.

—Tal vez puedas enseñarme a preparar estás cosas —bromeo con Mild —. Tal vez venga mañana a pedir trabajo.

Él sacude la cabeza, divertido.

—Cualquier empresa de publicidad sería afortunada de tenerte, tu futuro no está en un bar como este.

—El tuyo tampoco —le dije con seriedad —. Conseguiré otro trabajo y te buscaré una vacante para que dejes estos trabajos.

—No tengo los estudios, Gulf y no pienso ser el mensajero y arruinar tu imagen.

Le arrojé un puñado de cacahuates que esquivó riendo. Se alejó cuando fue llamado por otros clientes y yo miré a mi alrededor. A pesar de ser mitad de semana el lugar estaba casi lleno, aunque no tanto como los fines de semana.

Me puse de pie e hice una seña a Mild que iría al baño, él asintió.

—¿Gulf? —escuche, pero no me anime a voltear. —¡Gulf! —cuando sonó más seguro, me gire encontrándome con el alfa que encontré en el parque.

—Hola —me sonrió. Mire por encima de su hombro a una chica que lo esperaba y me estaba mirando con una mueca.

—Ehh.. hola —me sentí incómodo por su entusiasmo y la manera en que su acompañante me miraba.

—¿No me recuerdas? —dio un paso hacia mi, lo que aumentó mis nervios.

—Si, el del parque ¿No?

Asintió, feliz.

—Soy Alan, iba con mi primo Me…

—¿Alfa? ¿cariño? —la mujer interrumpió. Alan se giró hacia ella un momento y después me miró —. Por favor no te vayas ¿Si? No tardaré.

Elevé una de mis cejas pero no pude responder pues él ya se había ido con la mujer. Arrugue la nariz al percibir el rastro fuerte de olor que dejó la omega.

—¿Estás bien? Creí que irías al baño —Mild me había alcanzado.

—Si, me entretuve al ver a un conocido pero ya voy.

—Espera —me detuvo del hombro —. Me ha llamado Grace.

Abrí los ojos de par en par.

—¿Pasó algo? ¿Están bien, Jahel está bien?

—Si, no es eso.

—¿Entonces? —frunci el ceño.

—Me preguntó a qué hora regresariamos porque la hermana de Will los invito a un evento y…

Dulce Destino Onde histórias criam vida. Descubra agora