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—¿Te sientes mejor? —Mild se asoma por la puerta.

Lleva puesta una camisa blanca y la placa con su nombre del lado derecho. Su uniforme del bar.

 No ha parado de trabajar y las bolsas oscuras debajo de sus ojos me comienzan a preocupar.

—De maravilla. ¿Cómo estás tú? —doy unas palmadas en la cama a mi lado para que se acueste conmigo.

Se deja caer con un largo suspiro de cansancio.

—No me quejo —murmura con los ojos cerrados. —¿Qué haces despierto?

Me acomodo mejor en la cama para poder pasarle los dedos por el cabello. Suelta un suave ronroneo de placer que me hace sonreír.

—Han pasado dos semanas y Grace no deja de tratarme como a Jahel cuando está enfermo —suspiro —. No tengo más que dormir todo el día.

Sonríe.

—¿Cuándo volverás al trabajo? —al notar que mi respuesta tarda en llegar, abre uno de sus ojos —. Volverás ¿Cierto?

Aprieto los labios. Aún no lo he decidido.

—Gulf —se incorpora —. ¿de verdad piensas dejarlo solo porque encontraste a tu alfa? ¿te das cuenta de lo egoísta que estás siendo con él?

—¿Por qué es egoísta? Se supone que una relación es de acuerdo mutuo. No puedo basarme en un lazo del destino cuando ni siquiera lo conozco. Es absurdo.

—Sabes que estás siendo cruel. Comparten un lazo, Gulf, y tú indiferencia lo está dañando.

Por eso precisamente es que no puedo aceptarlo. Cualquier cosa que yo o él haga me afectará y no estoy dispuesto a volver a pasar por lo mismo. Pero no puedo decírselo a Mild sin que él piense que estoy siendo absurdo.

—Hemos vivido perfectamente estos años sin el conocimiento del otro, podemos continuar así.

Él sacude la cabeza con obvia desaprobación.

—Sabes bien que no es lo mismo, su lazo ya se cruzó, sus lobos se reconocieron y no hay vuelta atrás, Gulf. Lo único que estás haciendo es prolongar un dolor innecesario.

Me niego a darle la razón. Abrazo la almohada y me doy la vuelta finalizando la conversación. Él larga un suspiro y el peso de la cama desaparece cuando se levanta y lo único que escucho es la puerta rechinar cuando sale.

Es un alfa, su dolor en nada se compararía con el mío y eso lo comprobé el día que fui hacer mi declaración a la policía contra Earth y volví a verlo. Hizo un amago de acercarse e intentar hablarme pero cuando notó mi incomodidad y rechazo, se mantuvo alejado. Al salir solo me habló para decirme que podía tomarme dos semanas de descanso y mañana se cumple el plazo.

Discutí con mi hermana sobre ese tema, ella insiste como Mild en qué debería darme una oportunidad y no cerrarme, que de igual manera el destino ya había hecho lo suyo y no había manera de poder evitarlo y cuando le dije que había estado pensando en renunciar me miró con tanta desilusión que me caló en lo más profundo. Esa también es la causa de mi insomnio.

...

—¿Estás seguro de esto? —me pregunta Will, de camino a la oficina —. Sé que Grace ha insistido mucho, pero si no estás cómodo o te sientes listo podemos volver a casa. Siempre puedes trabajar en mi empresa.

Sonrío. Desde que se casó con mi hermana Will nos ha ofrecido hasta el cansancio a Mild y a mí trabajar en su empresa.

—No puedo seguir abusando de ustedes, Will.

Dulce Destino Où les histoires vivent. Découvrez maintenant