Smooth Operator ─ 𝐻𝑜𝑏𝑖𝑒 𝐵𝑟𝑜𝑤𝑛

Capitulo XI ― Abrir los ojos

― ¿Estás segura de que quieres que te deje aquí? En realidad si sabemos ser silenciosos, podría ir hasta tu balcón. ― Decía Hobie a la vez que recibía el casco que habías estado usando en todo el camino en su moto hasta tu hogar.

― Segura, tomamos suficiente riesgo yendo a tu departamento así que si podemos evitarlo por ahora, es mejor pero gracias por traerme hasta acá. ― Fuiste bajando tu ya descuidado vestido que se había enrollado hasta la altura de tus muslos por la posición en la que estuviste sentada e intentaste acomodar tu cabello, que estaba revuelto por el fuerte viento que impactó en ti por la velocidad del transporte. ―Te enviaré un mensaje cuando ya esté lista para dormir, a penas pueda hacerme un tiempo para que nos veamos, te diré.

Hobie sonrió ante tus inútiles intentos de disimular lo desordenada que estabas pero se abstuvo a cualquier comentario para no hacerte sentir más nerviosa, te encogiste de hombros al ver que no había caso y después de decir tus últimas palabras diste media vuelta para caminar la cuadra restante para llegar a la entrada principal de tu casa pero una mano en tu cintura te obligó a voltearse y antes de poder reaccionar ya habían unos gruesos labios sobre los tuyos, aquello te tomó por sorpresa pero no te negaste a corresponder, rodeando la nuca del chico con sus delgados brazos.

― ¿Y eso? ―Dijiste divertida por la situación aún sin separarse, odiaban la idea de tener que dejar de mantener el contacto físico pero se veían obligados a hacerlo.

― Un beso de despedida, pensé que alguien de la realeza sabría que no despedirse es de muy mala educación. ― Llevó su dedo índice hasta la punta de tu nariz y dejó un pequeño golpe, tan suave que a duras penas lo sentiste. ―Y antes de que te atrevas a hacer alguna otra de tus bromas, no, no me despido así de todas las chicas, ¿Queda claro?

― ¡No dije nada! ― Arrugaste la nariz por las pequeñas cosquillas que habían sido provocadas a raíz de ese leve roce.

―Pero lo pensaste. ― Cerró sus dos ojos en muestra de sospecha.

― Puede ser.

― Bebé, a casa. ― Te acercó a él pero ahora sólo a darte un fuerte abrazo, por lo largos que eran sus brazos no se le hacía difícil poder abarcar toda tu espalda con estos y hundió su nariz en tu cuello, tomando una gran bocanada de aire y comenzó a hacer extraños sonidos que te parecieron graciosos.

― ¿Qué haces?

― Sólo... Recargando energía. ― No pudiste controlar que una mueca se fuese formando en tu rostro por lo enternecida que estabas, quisiste sujetarlo fuerte y morderlo de lo nerviosa que estabas pero sólo te quedaste en silencio y dejaste siguiese "recargándose".

― ¿Ya recargaste lo suficiente? Porque aunque odie decirlo, debo irme. ―Palmear la espalda de Hobie y este dejó salir un suspiro lleno de frustración ya dejándote ir, soltando tu cuerpo y subiéndose a su motocicleta de nuevo.

Tomó su casco y pareció dudar en ponerse esta por algunos segundos, tu le quedaste viendo algo curiosa sin entender muy bien que le sucedía y notaste como te miraba con algo de inseguridad, su labio inferior tembló pero lograste entender claramente con sus moduló un "Te quiero" sin emitir sonido alguno pero no se te hizo difícil descifrar esas palabras, "yo no" susurraste tú pero ambos sabían que era mentira, el chico fingió ofenderse y finalmente cumplió su cometido en encajar el casco en su cabeza y prendiendo el motor de su moto, y sólo te queda ver cómo se iba alejando por la gran calle hasta desaparecer.

La gran sonrisa en tus labios se fue borrando a medida que dabas un paso, cada paso te acercaba más a tu cruda realidad y a lo que sería probablemente uno de los peores castigos que ibas a recibir en tu vida pero esta vez te sentías preparada para lo que fuese, nada iba a llegar al calibre de la felicidad que habías sentido en toda la tarde y parte de la noche, nada.