( I ) I ─ Boda azabache

551 65 54
                                    

Habían pasado cinco años, exactamente la mitad de la sentencia de Hobart y muchas cosas habían cambiado. En ese tiempo, habías terminado tu carrera universitaria e inmediatamente fuiste asignada para trabajar para tu padre, el cuál había logrado ganar las votaciones para presidente y ahora estaba preparando todo para postularse a las propias elecciones, que lo más probable es que gane de nuevo.
Ganas millonarias cantidades de dinero mensuales y por tus propias manos habías comprado tu propia casa, independizando tu persona y así tomando un poco de distancia de tu padre, que nunca te quitó el ojo hasta que finalmente presentaste a tu ex compañero de universidad Shang, cómo tu novio y prometido en casa.

(Advertencia: Transtornos alimenticios)

Habías sido internada por seis meses luego de haber sido diagnosticada de un transtorno alimenticio, desde que tenías 15 años habías formado una extraña y evitativa relación con la comida debido a distintos factores en tu vida, donde sólo querías cumplir las expectativas de tu padre y siempre se te impuso ser perfecta, fijandote en tu peso y comida desde una temprana edad, hasta que eso terminó por pudrirte el cerebro. Después de la partida de Hobie todo empeoró, prácticamente ni una sola gota de agua pasaba por tu cuerpo y eso te terminó por colapsar, en urgencias te derivaron a un psiquiatra, y de ahí a un centro de rehabilitación, hasta que tuviste un peso normal, y con una terapia pudiste mejorar, pero sabías que jamás te ibas a recuperar por completo, pero al menos actualmente comías tus tres comidas diarias.

Claro que fue en un centro que tu padre financiaba y te hicieron una serie de tratamientos, habías salido distinta.

Te hicieron cambiar, dentro de lo confidencial.

─ ¿En qué piensas? ─ Tomó asiento a tu lado.

─ Nada importante, sólo cosas del pasado. ─ Te escogiste de hombros.

Shang había llegado con una manta entre sus manos y te arropó con esta, acomodando tu cabello fuera de esta, dejando sólo tu rostro a la vista. Tomó el poder del control de la televisión y puso la serie "Killing Eve", iban en la segunda temporada y la habían estado viendo juntos, no tenían mucho tiempo libre pero hacían lo que podían, aunque sabías que Shang había estado viendo algunos capítulos él solo, pero aparentaste no saber.

─ ¿Pensabas en "eso"? ─ Recargó el codo en el respaldo del sofá y se volteó a verte, tu lo imitaste y compartieron miradas, hasta explotar en risas.

─ ¿Recuerdas cuándo te odiaba? Dios, te grité mucho en la universidad. ─ Recargaste tu cabeza sobre el sofá y te removiste en este, algo avergonzada de recordarlo.

─ Jamás lo olvidaré, hay noches en las cuales tengo horribles pesadillas, con esa espeluznante mirada filosa que me lanzabas, pobre de mi.

─ Eras un maldito lobo disfrazado de oveja, realmente me había tragado tu espectáculo... Y pensar que mi papá siempre quiso que fueras mi novio. ─ Dijiste un poco nostálgica.

─ Y ahora soy tu ardiente prometido, si tuviéramos un hijo, de seguro Angelina Jolie vendría a adoptarlo, un pequeño asiático pelirrojo cómo hijo.─ Cubriste tu boca para no estallar en risas de nuevo.

─ ¡No soy pelirroja! Soy teñida, tonto. ─ Le diste un empujón y el fingió sorpresa, ahora cubriendo su rostro, aparentando estar triste.

─ Ya que estamos confesando cosas, debo confesar que no soy asiático, sólo me operé los ojos...

─ Ya cállate.

Terminaron de ver el capítulo hasta que tus ojos se terminaron por cerrar, no eras fanática de las siestas pero tu cuerpo te lo exigió en esos momentos. Te dolía el cuerpo pero una caricia te despierto y pensaste que sólo había sido un pestañeo, pero la sala estaba oscura y no sabías en qué momento habías dormido tanto, la noche había caido y sentiste que no descansaste nada.

Smooth Operator ─ 𝐻𝑜𝑏𝑖𝑒 𝐵𝑟𝑜𝑤𝑛Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt