Capítulo 3

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Llegamos a la torre eiffel.
Silencio.
Momento de gloria.

— Emma, si se supone que viniste para ver la torre ¿por qué estás con los ojos cerrados? — me interrumpe mi padre sacándome de mi momento de gloria.
— Por ahí dicen que los mejores momentos se disfrutan con los ojos cerrados —le respondo acercándome un poco más a la torre.

Alrededor de esta hay demasiadas personas, la mayoría tomándose fotos, y otras con la boca abierta como yo, admirando la famosa Torre eiffel
Flor se acerca a mi lado y me convence para tomarnos fotos, en realidad no soy muy fanática de las fotos pero ella tiene un talento para convencerme a hacer cosas que no me gustan.

—Vamos, Emma, que se note que estas feliz de estar aquí —me dice Flor en un intento para que sonría para la dichosa foto.

Me deja en paz después de tres minutos en el intento de la foto para elegir solo una, hay veces que no la entiendo.

Ya es de noche y todos estamos expectantes para ver las luces, según lo que mi papá nos ha dicho las luces son encendidas exactamente después de diez minutos del anochecer hasta la una de la madrugada.

Pasan los diez minutos y las luces de la torre iluminan toda la ciudad de París, jamás me cansaré de admirar esta hermosura.

— ¡Madre mía! —decimos Flor y yo al unísono.
— La conexión en su punto —expresa Katherine con tono gracioso.
— Mis ganas de quedarme en París están aumentando —dice Flor sin despegar sus ojos de la torre eiffel.

Mi padre mira a Katherine de una manera bastante sospechosa, pero no le doy mucha importancia porque quiero tomarle fotos a la hermosa torre eiffel.

Aclaro, no me gusta tomarme fotos, pero amo tomarle fotos a lugares increíbles, al cielo... y en este caso a la maravillosa Torre Eiffel.

Me van a funar por decir tantas veces TORRE EIFFEL.

Saco mi cámara instantánea color lila y procedo a posicionarla en un ángulo normal para que toda la torre se pueda apreciar.

El próximo año quiero estudiar fotografía y he recibido varias clases en la escuela por lo que sé desde varios ángulos y he sido la mejor en la clase por mi amor a la fotografía.

Por ahora, solo tengo la cámara instantánea pero el próximo año tendré mi amada cámara profesional, deseo con toda mi alma tener a esa bebé en mis manos.

— ¡Emma! —escucho a Katherine llamarme.

Me acerco a donde se encuentra ella con papá y Flor.

— Hemos decidido ir a cenar a un lugar que está a cinco minutos de aquí, el restaurante se caracteriza por tener un sazón increíble —me indica mi padre— ¿Te animas a ir? —me pregunta.
—Claro que yes, mi amado padre —le respondo dándole un abrazo.
— La venida a París te ha puesto un poco cursi, Emmi— dice él para molestar.
—Claro, papá, es la ciudad del amor como no se me va a contagiar lo cursi —le digo agarrando su cachetes.
—Sus cursilerias me están quitando el apetito —dice Flor arrugado la nariz.
—Vamos antes que a nuestra dulce Flor se le quite el hambre —bromea mi padre.

Después de cinco minutos llegamos al espléndido restaurante.

En realidad no era como lo pintaban o decían de tal lugar, la comida es bastante cara y para nada apetitosa pero de igual manera terminamos comiendo, pues tampoco íbamos a desperdiciar esa cantidad de dinero.

Un atardecer a tu ladoWhere stories live. Discover now