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-Lo siento, solo... lo siento, Remus.

-Eres un imbécil. Ojalá...

James vuelve sobre sus pasos.

-¿Se puede saber que quieres decir con eso?

-James...-dice Remus- venga-  No sabe adónde diablos quiere ir a parar su casi hermano

-Hasta ahora, siempre me has apoyado.

Lupin hace un gesto estirando el brazo con tanta fuerza que molesta a un cactus que descansa sobre su cómoda.

-¡Porque hasta ahora no te estabas tirando a un puñetero príncipe de Inglaterra!

Esta frase logra cerrarle la boca a James. Va hasta los sofás dispuestos delante de la chimenea y se deja caer en un sillón. June, intensamente sonrojada, lo mira con fijeza.

-Y tu estás embarazado de uno.

-No se puede contigo.

-¿De manera que estás enfadado conmigo por culpa de Regulus?

Remus emite un ruidito ahogado, y cuando James se vuelve hacia el, lo descubre rebuscando en el primer cajón de la cómoda.

-Dios mío, no sé cómo puedes ser tan inteligente y tan idiota al mismo tiempo- comenta su mejor amigo sacando una revista que James tenía debajo de la ropa interior.

Potter está a punto de decirle que no está de humor para ver qué dice la prensa amarilla, pero Lupik le arroja la revista a la cabeza. Se trata de un número atrasado de J14, una publicación para adolescentes, abierto por una página del centro. Muestra una fotografía de Regulus a la edad de trece años.

James levanta la vista

-¿Lo sabías?

-¡Pues claro que lo sabía! -exclama Remus al tiempo que se deja caer con gesto teatral en el sillón de enfrente- ¡Todo el tiempo estabas dejando marcas en esa revista con tus deditos manchados de grasa! ¿Por qué siempre supones que puedes irte de rositas? -Lanza un suspiro de profunda aflicción
-La verdad es que yo, en ningún momento..., entendí lo que era el príncipe para ti, hasta que lo entendí. Pensaba que te habías enamorado tontamente de alguien, o que yo podría ayudarte a hacer un amigo.James, nosotros conocemos a muchas personas. A miles de personas. Y muchas de ellas son idiotas, y otras muchas son increíbles, únicas, pero casi nunca me tropiezo con alguien que pueda ser pareja tuya. ¿A que no lo sabías? -Se inclina hacia delante y le toca la rodilla apoyando sus uñas de color rosa en su pantalón azul marino- Tú llevas tanto dentro que es casi imposible estar a tu altura. Pero él sí está a tu altura, so tonto. Potter se lo queda mirando, en un esfuerzo por asimilar lo que ha dicho.

-Tengo la sensación de que estás proyectando sobre mí tu propio romanticismo sentimentaloide -decide responder, y Remus de inmediato retira la mano y vuelve a mirarlo con expresión ceñuda.

-¿Sabes que Malfoy no rompió conmigo?-dice-Fui yo el que rompió con él. Pensaba irme con él a California y buscar un trabajo en el puñetero periódico Sacramento Bee o donde fuera, pero renuncié a todo eso para venir aquí, porque era lo que tenía que hacer. Hice lo que hizo tu papá: ir a donde más necesitaban mi presencia, porque esa era mi responsabilidad.

-¿Y te arrepientes?

-No- contesta Lupin- porque tu siempre estuviste para mi, siempre me defendiste, en mi transición. En todo. Siempre. Njnca me dejaste
James, tú no tienes necesidad de preguntarte si lo que haces con él está bien. Tú no tienes necesidad de hacer como hicieron tus padres, puedes conservar a Regulus y lo demás ya lo irás resolviendo.- Ahora lo mira con expresión serena, tranquilo-Hay veces que te preocupas demasiado, sin tener ninguna necesidad. Si sigues así, vas a acabar quemándote.

James se reclina en el sillón y se pone a toquetear las puntadas del reposabrazos.

Remus acaricia su cabello.

Rojo, Blanco y Sangre Negra// JegulusWhere stories live. Discover now