65

243 29 4
                                    

James se siente tal como seguramente le han advertido en alguna ocasión acerca de los servidores privados de correos electrónico, pero está un poco confuso respecto de los detalles.

No parece que sea importante. Al principio, como sucede con muchas de las cosas que requieren tiempo cuando en cambio es posible obtener una gratificación instantánea, no ve para qué sirve comunicarse con Reg por mensajes.

Pero cuando Richards le dice a Sean Hannity que su madre no ha hecho nada importante como presidenta, James pone el grito en el cielo y contesta: «Tu manera de hablar a veces se parece al azúcar que sale de una bolsa que tiene un agujero en el fondo».

Cuando el estirado Hunter saca a colación al equipo de remo de Harvard por quinta vez en una sola jornada de trabajo, le escribe: «Tiene delito que metas ese culo que tienes en ese pantalón». Cuando está cansado de que lo toquen personas desconocidas, dice: «Vuelve cuando hayas terminado de darte una vuelta por el firmamento, estrella solitaria».

Ahora lo comprende. Su padre no estaba equivocado respecto de lo feas que iban a ponerse las cosas estando Richards a la cabeza de la lista del partido.

Feas en Utah. Feas en las facciones cristianas, fealdad oculta en silbatos para perros y en sonrisas blanquísimas.

Artículos de opinión de la derecha que hablan de privilegios, dirigidos hacia June y hacia él, que insinúan que «los mexicanos también han robado los puestos de trabajo de la Primera Familia».

James no puede permitir que se instale el miedo a perder. Bebe café, se lleva consigo su trabajo sobre políticas a los viajes que requiere la campaña electoral y bebe más café, lee los mensajes de Regulus, bebe todavía más café.

La primera fiesta del Orgullo Gay de Washington desde su «despertar bisexual» tiene lugar cuando él se encuentra en Nevada, y pasa el día mirando con envidia el Twitter: lluvia de confeti en el Mall, el gran mariscal Rafael Luna con un pañuelo arcoíris atado a la cabeza.

Regresa al hotel y habla de ello con el minibar.

El punto positivo más importante dentro de todo ese caos es que la labor de presión que ha realizado él con uno de los jefes de la campaña (y con su propia madre) por fin ha rendido sus frutos: van a organizar un mitin multitudinario en el Minute Maid Park de Houston.

Las encuestas van cambiando y tomando direcciones nunca vistas. Principal artículo político de la semana: «¿Será 2023 el año en que el estado de Texas se convierta en un decisivo campo de batalla?».

-Sí, yo me aseguraré de que todo el mundo sepa que el mitin de Houston fue idea tuya- le dice su madre durante el vuelo a Texas prestándole apenas atención, pues está estudiando su discurso

-Ahí deberías decir «coraje», no «fortaleza»- le indica Remus leyendo por encima de su hombro

-A los texanos les gusta el coraje.

-¿No podríais los dos ir a sentaros en otra parte?-replica él, pero añade una anotación.

James sabe que una gran parte de la campaña es escéptica, incluso después de haber visto las cifras.

Así que cuando llegan al Minute Maid y ve que la cola de gente da dos vueltas a la manzana, se siente más que gratificado. Se siente orgulloso de sí mismo.

Su madre sube a la tarima para pronunciar un discurso ante esos miles de personas, y él piensa: «Eso es, Texas. Demuestra que esos cabrones están equivocados».

Todavía no se ha bajado de la nube cuando pasa su tarjeta por la puerta de la oficina de campaña el lunes siguiente.

Ya está cansado de sentarse a una mesa y estudiar una y otra vez los diversos grupos de sondeo, pero viene listo para reanudar la lucha. Sin embargo, enseguida se viene otra vez abajo cuando, al doblar el recodo para entrar en su cubículo, se encuentra al estirado de Hunter con el informe de Texas en la mano.

-Ah, te dejaste este informe encima de la mesa- dice Hunter con naturalidad-Pensé que a lo mejor era un proyecto nuevo que nos estaban asignando.

-¿Me meto yo en tu lado del cubículo a desconectarte tu Dropkick Murphys que sueles escuchar por Spotify, por muchas ganas que tenga? -exclama James- No, Hunter, yo no hago eso.

- Pero me robas muchos lápices y...

Rojo, Blanco y Sangre Negra// JegulusWhere stories live. Discover now