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-Oye- habla con su boca a escasos centímetros de la de Regulus.

Observa una gota de agua que resbala por su perfecta nariz y desaparece entre sus labios.

-Hola- responde el amor de su vida, y James solo piensa en lo mucho que lo quiere.

Es un pensamiento que le viene constantemente a la cabeza, y cada vez le cuesta más trabajo no expresarlo en voz alta al ver las dulces sonrisas de Regulus.

Patalea un poco para girar describiendo lentamente un círculo.

-Estás muy guapo aquí abajo.

La sonrisa de Reg se ladea y se torna un poco tímida.

Baja la cabeza para rozar el mentón de James.

-¿Sí?

-Sí- responde. Se enrosca en los dedos el cabello mojado de Regulus-Me alegra que hayas venido a pasar este fin de semana- dice sin querer- Últimamente las cosas han sido muy intensas, y... la verdad es que necesitaba esto-Reggie le pincha un poco en las costillas, a modo de suave reprimenda-Llevas mucha presión encima.

Su reacción instintiva ha sido siempre la de replicar: «No, en absoluto» o «Es por decisión propia»,
pero se reprime y contesta...

-Ya lo sé-Y cae en la cuenta de que es la verdad

- ¿Sabes en qué estoy pensando ahora mismo?

-¿En qué?

-En que, después de la inauguración, igual que el año pasado, vengas otra vez aquí conmigo, los dos solos. Podemos sentarnos a la luz de la luna sin preocuparnos de nada.

-Oh- susurra Regulus -suena genial, pero es improbable.

-Venga, cariño, piénsalo. El año que viene. Mi madre estará de nuevo en la presidencia, y no tendremos que preocuparnos de ganar más elecciones. Por fin podré respirar. Será increíble. Prepararé migas para desayunar, pasaremos el día entero bañándonos, no nos vestiremos para nada, haremos el amor en el embarcadero, y ni siquiera nos importará que puedan vernos los vecinos.

-Bueno, sí que importará. Importará siempre.

Se aparta un poco para mirar a Black, que luce una expresión indescifrable.

-Ya sabes a qué me refiero.

Regulus lo mira fijamente, y él no puede librarse de la impresión de que lo está viendo de verdad por primera vez.

Se da cuenta de que probablemente sea la primera vez que ha incluido el amor a propósito en una conversación con el pelinegro y de que debe de llevarlo pintado en la cara. Algo se mueve tras los ojos del recien mencionado

-Adónde quieres ir a parar con todo esto, James?- pregunta.

Potter hace un esfuerzo para averiguar cómo diablos expresar con palabras todo lo que necesita decirle al de lentes

- Remus dice que a veces me preocupo demasiado sin tener la necesidad- explica- No sé. Ya sabes que siempre se dice que hay que tomar las cosas día a día. Yo siempre me adelanto diez años en el futuro. Cuando estaba en el instituto, era todo: bien, mis padres se pelean, Remus se va a la universidad y a veces miro a otros tíos en la ducha, pero si sigo mirando al frente, esas cosas no podrán afectarme.
O si me apunto a esta asignatura, o a este trabajo de becario, o a este empleo. Antes pensaba que si visualizase mentalmente a la persona que quería ser, concentrase toda la ansiedad que tenía en el cerebro y la redujese a un punto diminuto, podría recablearla, utilizarla como energía para otra cosa.
Es como si nunca hubiera aprendido a simplemente estar donde estoy.- Respira hondo- Y el lugar donde estoy es este. Contigo. Y estoy pensando que tal vez debería empezar a probar a tomarme las cosas día a día. Y simplemente... sentir lo que siento- Regulus no dice nada- Cariño.

A su alrededor, la superficie del agua se agita suavemente cuando sube las manos hacia el rostro de Black para acariciar el perfil de sus pómulos con las yemas de los dedos.

Rojo, Blanco y Sangre Negra// JegulusWhere stories live. Discover now