Capítulo 19

203 20 1
                                    

─────── ✧ ───────

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


─────── ✧ ───────

Un giro inesperado

Atenea Morelli

― ¿Estás seguro de esto qué deseas hacer?― Adriano conduce mientras me hace entrar en razón.

Hace días nos instalamos en Florencia, por el momento nos hemos mantenido en el anonimato para poder adaptarnos a todo, Domenico nos ha ofrecido su casa, una muy hermosa y espaciosa, es ahí en donde nos estamos quedando.

― Ya no hay marcha atrás, necesito que Pedro me diga en donde está sepultada mi hija.― Domenico se mantiene en el asiento del copiloto.

― No deberías preocuparte tanto Adriano, Atenea no estará sola, nos tiene a nosotros y dos camionetas más llena de mis hombres.―un cigarro descansa en la boca de Domenico.

― Eso lo sé, pero no podemos confiar.― detiene la camioneta a una distancia prudente del edificio en donde vive supuestamente Pedro Ferrer.

Saco el arma que tengo en mi bolso, la coloco en la parte baja de mi espalda, el día de hoy es lluvioso, por lo tanto, la temperatura se siente un poco fresca, un abrigo batín color negro cubre mi cuerpo, mi cabello suelto como siempre, mis labios color Carmín y unas argollas adornan mi rostro.

― Ustedes me esperarán aquí, no está en discusión.― tomo mi bolso y me acerco a la puerta para salir de la camioneta.

― Pues lo siento Atenea, de ninguna manera vamos a dejarte sola con ese animal que una vez te hizo daño.― Domenico niega y voltea a verme.― Puede que no entremos contigo, pero si estaremos cerca.

― Hagan lo que quieran, no pienso desgastarme insistiéndole a dos tercos.― salgo de la camioneta

El edificio en el que Pedro vive se encuentra un poco deteriorado, al parecer es una fachada para aparentar que vive en mal estado, subo las escaleras que me dirigen hacia el cuarto piso, me detengo en una puerta color verde, me aseguro de que mi arma se encuentre en una buena posición para mejor facilidad.

Toco la puerta sin importarme lo que pueda encontrar detrás de esa puerta, sin miedo al peligro, al pasado o a la misma verdad. Pedro abre la puerta arreglando su corbata, al verme se queda totalmente en shock, como si hubiera visto un fantasma.

― ¿Tú? Digo, para todos estaba muerta.― me mira con asombro, sigue sin moverse de su lugar.

― Estaba, bien lo has dicho.― entro sin que él me dé la autorización de hacerlo― Pero como ves, he regresado de la muerte.

― Yo lamento lo que le hice, le hablo en serio.― por lo visto no me he equivocado cuando dije que el lugar era una fachada.

Por dentro todo está lleno de lujos, su carrera de doctor le ha ayudado mucho durante todos estos años.

Sed de poderWhere stories live. Discover now