🔥Capítulo 23🔥

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La bestia

Saúl Di Marco

Llevamos una semana instalados en Florencia, Lorenzo y yo hemos tenido que instalar el operativo desde aquí, nos mantuvimos investigando a Atenea y efectivamente me mintió, no sabemos a qué ha venido, pero estamos aquí para investigarlo.

He pensado en llamarla; sin embargo, quiero que nuestro encuentro sea casualidad, así no sospecha de mí, desde la noche en que cogimos no he podido sacarla de mi cabeza, a todo momento pienso en ella, en su cuerpo, en sus besos, en la manera en que me mira, sé que no puedo hacerlo, pero me resulta imposible no hacerlo.

― Kate y su equipo han venido a Florencia.― Lorenzo se mantiene acostado en un flotador en la piscina.

¡Maldita sea! ¿A qué han venido? ¿A joderlo todo?

― Sabía que todo era muy hermoso para ser verdad.― me acerco a la barra a servirme un trago.

― Ve el lado positivo.― se quita los lentes y me mira.― Los dos solos no podemos con ella, mucho menos con sus secuaces, necesitamos de su ayuda.

Debería darle la razón por qué la tiene, pero no lo hago, no me gusta la idea de tener que arrestarla, de solo pensarlo mi humor cambia.

¡Maldita mujer! ¿Por qué tiene que ser tan hermosa?

― No confío en Kate, tampoco en Massimo, ya conoces nuestra historia.― tomo asiento con mi vaso de whisky.

― Deberías dejar a un lado lo personal y pensar en lo laboral, sabes que lo digo, es cierto.― mete la sombrilla de su piña colada en la boca.

― No lo sé.― paso las manos por mi cabeza.

― ¿A qué le temes tanto?― da vueltas de un lado a otro en la piscina.

― No digas tonterías, no le temo a nada.― tomo un trago, el alcohol quema mi garganta.― Sabes que no le temo a nada.

― Pues eso no es lo que parece.

Me levanto y tomo mi trago.

― Mejor me iré a investigar los próximos movimientos de Atenea.

― Como quieras, yo disfrutaré un rato del delicioso sol.― toma su piña colada.― Ya luego me pongo al día con la misión.

Me adentro a mi oficina, he rentado una casa en la ciudad, pienso vivir el tiempo que sea necesario en Florencia, Lorenzo viaja cada semana y se queda en mi casa, he observado muy de cerca cada paso de Atenea, sé todo lo que ha hecho, como también los lugares que ha frecuentado.

No me gusta para nada el hombre que permanece a su lado, algunas veces lo he visto sosteniéndola de la cintura, diciéndole cosas al oído, la trata como si fuera su mujer. He llegado a pensar que es su novio, el solo hecho hace que mi sangre hierba, no quiero que otro hombre la toque, ni que la vea, es más ni siquiera que la desee como mujer.

Busco información en mi ordenador, por el celular de Atenea he podido rastrear cada lugar al que asiste, algunos mensajes de texto demuestra que esta noche asistirá a un club nocturno, continúo buscando información, en eso se me va toda la tarde, el sol se ha metido y mi cuerpo duele por todas las horas que he permanecido sentado.

― ¿Qué información has conseguido?― Lorenzo entra a mi habitación secando su cuerpo.

― Esta noche asistirá a un club nocturno.― abotono la camisa negra que he escogido para la ocasión.

Sed de poderTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang