Capítulo 9

54 6 0
                                    

Tras mostrar nuestras identificaciones y comprobar las suyas, ambos bandos enfundamos nuestras armas. Nos estamos acercando hacia el reducido grupo, cuando uno de los individuos se lanza hacia mí y me propina un fuerte golpe. No me paro a pensar, la patada girada que le mando a mi agresor es instantánea, casi automática. El contesta igual de rápidamente, pero no me fijo donde recibo los golpes, sino donde puedo encajar los míos. Reid me agarra de la cintura y, con ayuda de Morgan, me separan del atacante. Me azafo por unos instantes, hasta que Spencer se planta en frente mía y pide que pare. Nuestros ojos se encuentran, su mirada es intensa y noto como pasa la mano por mi mejilla, probablemente para limpiar la herida del primer golpe. Me aparto al instante y miro a mi alrededor: Morgan, Emily y Hotch me miran con desaprobación y se oye una reprimienda hacia mi agresor. Cuando escucho su voz, no me puedo creer lo que está ocurriendo, es casi irónico.
- ¿Clarck? - pregunto incrédula.
Él se gira hacia mí, con un gran moreton asomando por la manga de su ajustada camiseta y un labio partido el cuál limpiaba una mujer menuda de cabello castaño. Ella me mira con desprecio, no comprendo el por qué. Clarck hace ademán de acercarse otra vez, pero un gesto de su superior basta para que se detenga. Nuestros jefes dan una señal para que todos nos dirijamos a la comisaría y así poder hablar más tranquilamente. Duarante el trayecto, nadie dice nada, ni siquiera Spencer es capaz de hacer sus agobiantes preguntas. Cuando entramos en la oficina que la comisaría nos ha aportado para poder trabajar agusto, el resto del equipo se me acerca.
- ¿Qué te ha pasado? - pregunta JJ.
- Estos amables agentes nos lo van a explicar - contesta Hotch por mi.
- ¿Qué tengo que explicar? ¿Qué tu agente se enzarzó con el mío por una razón que usted desconoce? - dice con arrogancia.
- Primero de todo - contesto yo - fue él el que se me lanzó. Y segundo, a lo mejor no solo yo tenía motivos para partirle la cara a ese hijo de...
- Nelis - me corta con seriedad Rosie.
Resoplo angustiada. Observo como mis compañeros me miran desconcertados al conocer esta nueva faceta de mí. Salgo de la estancia y me dirijo al exterior de la comisaría. Necesito respirar, porque si no sé que la integridad física de ese imbécil peligrará.
- Hey - la voz de Spencer me sobresalta - Se ha puesto el ambiente muy tenso, ¿no? - me mira con delicadeza, intentando comprender la fuente de mi agresividad - ¿De donde conocías a ese chico? - mi silencio basta para hacerle comprender que no quiero hablar del tema - Venga, Nelis. En algún momento tendrás que compartir más que tu vida dentro del trabajo.
Cae un pesado silencio sobre nosotros. Reflexiono sobre lo que me acaba de decir y se que no pienso dejarlo estar. Ya no quiero que esa parte de mi vida sea desconocida para mis nuevos amigos. Me doy la vuelta para volver a la sala, de la cual provienen unas voces elevadas. Spencer viene por detrás, preguntandome incansablemente que voy a hacer. Le ignoro, entro de repente en la sala y al instante todos se callan, mirándome interrogantes.
- Mira, Clarck. Entiendo que estés celoso de que yo haya podido encajar a la perfección en este sitio - digo dirigiéndome al energúmeno que quiere fastidiarme siempre que puede - Lo que si que no voy a permitir, es que te metas en mi nueva vida, me pegues una paliza frente a mi nuevo círculo y que pienses que te puedes ir de rositas.
- Para empezar...
-Ni se te ocurra interrumpirme, no he acabado - le contesto. Me acerco un poco más a él para poder intimidarle más - Como vuelvas a joderme una sola vez más, nadie va a poder protegerte. Así que te recomiendo que te estés quietecito.
- ¿Eso es una amenaza? - cuestiona su jefe.
- No, es una advertencia - me dirijo nuevamente a Clack - Lo digo en serio, dejame en paz.
Pero lo que veo en su rostro tras esas palabras, no me gusta ni un pelo. Se está riendo. Se está riendo en mi cara.
- Nelis, creo que te has olvidado del orden de las cosas. ¿O acaso pasaste por alto el hecho de que tus amiguitos no saben nada del porqué estás aquí? - se inclina un poco hacia delante, haciendo que quedemos a la misma altura - La información es poder, cariño.
Se me cae el alma a los pies. Nunca pense que fuese tan rastrero como para utilizar eso a su favor. De reojo veo como mi grupo me mira interrogante, pero solo tengo ojos para él. Spencer me mira confuso, con aire a traicionado. Seguro que siente que le he estado engañando todo el tiempo. Miro otra vez al desalmado que acaba de destrozar todo con una sola frase, el que acaba de desmontar mi vida hecha de hilos, tan fragil, tan real. Al instante mi odio crece, crece por momentos, hasta que estalla y no lo pienso cuando mi brazo realiza un arco perfecto dandole una bofetada.

Al borde del abismo(spencer reid) Where stories live. Discover now