Eileen y Hayes

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El duque Hayes tomó a Eileen del brazo alejándose del gran salón, ella al verlo puso resistencia golpeando su mano, para que la soltara.

Estaban alejados de los demás nobles, algo que pudo notar por el pasillo en el que estaban.

Eileen reconocía perfectamente el rostro del duque, por lo que al quitarse el velo negro sobre su cabeza, le hizo frente.

—¿Qué hace aquí? —preguntó con voz fuerte

—Lo mismo me pregunto yo, ¿desde cuando la burocracia es bienvenida por la aristocracia?

—Desde que salí de su maldita mansión —respondió

—A sí, mi hija te dejó escapar, solo por lastima.

Apretó los puños, fundiendo el ceño.

—Nunca entenderé de donde una mujer tan bondadosa, salió de los geniales de un hombre tan blasfemo —contestó haciendo que el duque la mirara de mala manera 

Él analizó su rostro, lo detallo con perfección.

Eileen se sentía incómoda con la mirada pero nunca lo demostró.

—Sabes una cosa, muchacha, la alta sociedad nunca te aceptara si sigues así, ellos adoran el poder, el título, y tú, no tienes nada de eso. Llamarte "Lady" Solo es una estupidez —su voz fue grave y profunda —nunca serás nada sin alguien que te resguarde

—¿Qué quiere decir? No me diga, se siente inferior a mí porque no es tan poderoso, yo soy la amante de su majestad, la única mujer que él ama, y con él, yo me siento más que resguardada —comentó con orgullo

—No me refiero a eso, digo que tu sangre puede hacerte más poderosa —el duque tomó su barbilla con familiaridad, levantando su rostro —eres idéntica a mí, sabes tomar oportunidades cuando las ves, digno de un Louder. Eileen Louder, hasta el apellido te queda bien

Se puso nerviosa con tan solo verlo a los ojos, su cuerpo se tenso y en su mente miles de pensamientos dañaron su realidad.

¿Acaso él, ya la estaba tratando como una hija? ¿Después de tantos años la reconocería?

—¡No! —empujó al duque con fuerza —¡Nunca me trató bien! ¡Incluso cuando yo quería tener una buena relación con usted, siempre me recordaba que era una alimaña, una rata! ¡Siempre me trato como eso, y no solo a mí, a mi madre también! ¡Ella murió por usted! —gritó desesperada

Él se llevó un dedo encorvado a los labios, sujetando el bastón con fuerza.

—Pero necesitas mi sangre para ser reconocida y aceptada

—¿?

—Te explico, Eileen, los nobles nunca te aceptara porque son aristócratas, aman el dinero y odian a la burocracia, es la ley del poder, tú eres la amante del emperador, pero no su esposa, él se deshará de ti cuando se canse o incluso te cambiará —explicó

—Él nunca haría eso —afirmó con una sonrisa

El duque dudo de sus acciones, sabía que algo había hecho aquella chica, que era su hija, pero la pregunta era ¿había hechizado al emperador? Ja' ella jamás habría hecho algo tan barato.

Analizó un poco su expresión, sabía que no podía ir muy lejos, sabía que no lograría mucho.

Necesitaba consejos.

—Escucha bien Eileen, en estos días te daré unos cuantos consejos de porte y elegancia, los necesitas si quieres destacar —le dio la espalda y luego sonrió —se que me necesitaras

Falsa emperatriz [✔️]Where stories live. Discover now