𝐕𝐎𝐋𝐕𝐄𝐑 𝐀 𝐕𝐄𝐑𝐓𝐄,ㅤ 𝖯𝖾𝖽𝗋𝗂 𝖦𝗈𝗇𝗓𝖺́𝗅𝖾𝗓 [EN PAUSA]

𝟎𝟒.

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❝*⁰⁴. ᵐʸ ⁿᵉʷ ᶠʳⁱᵉⁿᵈ

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𝐋𝐎𝐒 𝐃𝐈́𝐀𝐒 𝐏𝐀𝐒𝐀𝐑𝐎𝐍, y Danna, sin darse cuenta, ya se encontraba en su primer día de trabajo. La malagueña se encontraba nerviosa porque, aunque no supiera nada de fútbol, de algún modo trabajar junto a jugadores de élite le emocionaba y le ponía nerviosa a partes iguales.

Hoy los chicos del FC Barcelona entrenaban en la ciudad deportiva, como siempre. La morena ya se encontraba allí, suspirando repetidas veces antes de entrar. Tenía que dar lo mejor de sí.

Cruzó las puertas, entrando en la recepción que ya había pisado una vez. Esta vez no tuvo que decirle nada a la señora rubia detrás del mostrador, ya que esta, con verla, supo que tenía autorización para entrar. Además, ya conservaba la placa con su nombre escrito enganchada en la camiseta de su uniforme, indicando que era una trabajadora, por si las moscas.

Tenía que admitir que, por una parte, sus nervios también eran provocados por cierto jugador canario. La sensación que obtuvo al verle en persona y el sentimiento que le provocó aquello la habían dejado bastante aturdida. Todo en él le parecía sumamente familiar: Su sonrisa, su voz envuelta por ese acento de las islas canarias, su pelo, y sobre todo, sus ojos.

La andaluza siguió caminando, dirección hacia la sala de fisios, dejando sus pensamientos con el chico atrás. Pero pareció que el destino no estaba de acuerdo con su decisión, ya que de repente se chocó abruptamente contra un cuerpo más alto que ella.

La chica levantó la vista aturdida por el choque y creyó dejar de respirar durante unos segundos. Pedri se encontraba ya mirándola y una sonrisa creció en sus labios cuando vio que se trataba de ella. El mismo sentimiento cálido surgió nuevamente en ellos al verse nuevamente.

Ambos se quedaron mirándose fijamente durante unos segundos, dejando que aquel aire que siempre les envolvía cuando se encontraban les absorbiera.

—Así que era verdad que nos volveríamos a ver. —comentó el varón, inspeccionándola. Estaba feliz por el hecho de volverla a ver.

—Sí, bueno —murmuró Danna, separándose de él —, te lo dije porque lo sabía.

—Ya veo... —habló, levemente —. ¿Qué haces aquí?

—Estoy de pruebas durante un año como fisio. —le explicó, formando una sonrisa de labios apretados.

Pedri no respondió, simplemente se dedicó a mirar su rostro con los ojos levemente entre cerrados.