𝐕𝐎𝐋𝐕𝐄𝐑 𝐀 𝐕𝐄𝐑𝐓𝐄,ㅤ 𝖯𝖾𝖽𝗋𝗂 𝖦𝗈𝗇𝗓𝖺́𝗅𝖾𝗓 [EN PAUSA]

𝟏𝟑.

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❝*¹³. ⁱᶜᵉ ᶜʳᵉᵃᵐ

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𝐄𝐍 𝐒𝐔 𝐃𝐈́𝐀 𝐋𝐈𝐁𝐑𝐄, Danna decidió volver al centro comercial, pero esta vez para dar vueltas por las tiendas, no para ir al cine. Por lo que había podido ver, era uno de los centro comerciales más grandes de Barcelona.

La morena no pensaba quedarse un día libre en su solitario departamento, así que, cuando llegaron las seis de la tarde, la chica agarró sus pertenencias y salió a pasear.

Observó las calles de Barcelona en su trayecto y su arquitectura. Llegó al centro comercial y empezó a observar tiendas.

Se encontraba yendo hacia algún puesto para poder merendar después de pasarse por Bershka, hasta que en su trayecto dos chicas jóvenes se chocaron contra ella.

—¡Eh! Cuidado. —se quejó, sobándose el brazo.

Las dos tendrían unos cuantos años menos que ella, quince o dieciséis como mucho, y se dirigían al sentido contrario que Danna, corriendo como si el mundo se fuera a acabar.

—¡Sí, tía! ¡Dicen que está ahí! —habló una de ellas muy emocionada cuando pasó por su lado, ignorando el hecho de que se habían chocado con la malagueña.

La andaluza frunció el ceño cuando vio que esas chicas no eran los únicas que se estaban comportando de aquella manera: más personas corrían hacia el mismo lugar. La fémina alzó una de sus cejas, girándose para ver a dónde se dirigía toda esa gente.

Un cúmulo enorme de individuos se encontraba en la entrada de Primark, y más gente por segundo se unía a él. ¿A caso estaban de rebajas? ¿O es que estaban regalando cosas y ella todavía no se había enterado?

Fuera lo que fuera, Danna acabó yendo hacia el lugar por culpa de la curiosidad que se apoderaba de su cuerpo. Llegó al cúmulo de gente, y poniéndose de puntillas, intentó ver lo que todo el mundo observaba. No lo consiguió.

Observó a las personas que se encontraban allí, todas estaban totalmente eufóricas y tenían los teléfonos en sus manos. Le pedían fotos a alguien.

Como pudo se hizo un hueco entre los sujetos. No la mal interpreten, ella no solía ser así de... curiosa, pero esta vez algo le decía que tenía que ver de quién se trataba aquella especial persona. Nunca se sabía si se podía encontrar al mismísimo Harry Styles.

Después de unos segundos, Danna pudo ver a la persona que rodeaban. Era un chico, aparentemente joven —definitivamente no era Harry. La capucha de su sudadera le taba la cabeza, y así mismo, el rostro. No tardó mucho en darse cuenta que era ña figura de Pedri, tratando de escapar de la multitud.