Paris in the rain ㅡ Hyunjin;; SKZ

c a t o r c e

"And i've been meaning to tell you
i think your house is haunted
your dad is always mad and that must be why"

Seven – Taylor Swift

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Jiwoo<3

¿Qué tantas ganas tienes
de ir a ese lugar?

Muchísimas!
Seria increíble ir con todos
ustedes en diciembre.

¿En diciembre?
Nos vamos a morir de frío.

Me gusta morirme de frío :(

JAJAJA
De acuerdo, te llevaré ahí.
Solo espera.

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El simple hecho de que ella tuviera ganas de ir allí, me emocionaba a mi también. No faltaba mucho tiempo para las vacaciones de invierno, así que comencé a pensar en una fecha, el horario y las cosas que deberíamos llevar, mientras me encontraba en la cocina buscando algún snack que me llenara al menos unos minutos.

—¿Qué tanto tienes con esa niña? —Preguntó mi padre, quien entraba la cocina para llenar su taza de café, otra vez.

—¿Qué niña?

—¿Cual otra? Con la que siempre sales.

—Ah... no es una niña tal cual, así que... —Sentí aquella mirada molesta que mi padre siempre tenía —. Somos amigos.

—Mhm, no soy tonto, Hyunjin.

—No entiendo a qué vas con todo esto —. Dije, un tanto molesto. Me parecía imposible no estar molesto cada vez que conversaba con él.

—Lo sabes perfectamente bien. Tienes tus obligaciones y no pienso permitir que una insignificante lo arruine.

—¿Insignificante? ¿Por qué siempre hablas mal de cada amigo que tengo? —Me di la vuelta para finalmente mirar a mi padre a los ojos.

—¿Vas a comenzar uno de tus dramas? Deberías agradecer que permito tu amistad con Minjoon y Yunseo.

—Pero es que no tienes derecho a elegir mis amistades.

—Claro que sí, yo soy quien lo está dando todo para tu futuro. Todo el tiempo y dinero.

—¿Hablas del futuro que yo no quiero? —Solté una risilla irónica, estaba cansado de él —. Lo único que haces es obligarme a cumplir un sueño que tu no pudiste lograr.

—No te atrevas a hablarme así Hyunjin —. Dijo, apuntándome con el dedo índice, de manera amenazante —. Me dijiste que te querías dedicar a la música y eso estás haciendo.

—Sabes bien que no me refería a ese tipo de música, pero decidiste ignorarlo —. Dije, cabizbajo.

Nuevamente decidió ignorarme y fue directamente a su oficina, encerrándose, como todos los días, como si quisiera evitarme por completo.
Salí de casa, y comencé a caminar hacia el café, como casi todos los días. Me agobiaba compartir aquel espacio con él, un espacio al que no podía llamar hogar, no había manera de sentirme seguro allí.
No quise permitir que la música me ayudara a evitar mis pensamientos, quiero que me ahoguen por completo, al menos lo suficiente para sacar algunas lágrimas. Llevo tanto tiempo sufriendo sobre el mismo problema que comencé a acostumbrarme.

—Hyunjin —. Minjoon y Yunseo llamaron mi nombre al unísono, quienes se encontraban fuera del café.

—¿Qué hacen aquí?

—Fuimos a tu casa pero escuchamos un poco de su conversación —. Dijo Minjoon, con un semblante preocupado.

—¿Hamburguesas? —Preguntó Yunseo, quien logró dibujarnos grandes sonrisas a ambos.

Comenzamos a caminar con nuestros brazos encima del hombro del otro. Hamburguesas... No había otra palabra que me hiciera tan feliz como esa. Mejor dicho, no había otro lugar que me hiciera tan feliz como aquel que descubrimos hace unos años.

—¡Hola chicos! Cuánto tiempo sin verlos —. Dijo el señor Min, quien dirigía aquel lugar de hamburguesas.

—¡Hola señor Min! —Exclamó Yunseo, cruzando la barra para poder abrazarlo —. Tres hamburguesas, por favor~.

El señor Min sabía perfectamente lo que nos gustaba, ¿Y cómo no? Llevábamos 6 años visitándolo.

—¿Quieren repetir el cumpleaños número 12 de Hyunjin? —Preguntó Minjoon, después de que los tres nos sentáramos en la mesa de siempre, apunto de devorar la comida frente a nosotros.

—Para ser honesto, no sé si quiero tener otra vez ese sabor en la boca.

—Odio que nunca salgas con tu patineta —. Dijo Yunseo.

Nos miramos un par de segundos e instantáneamente supimos la respuesta. Comenzamos a comer las deliciosas hamburguesas, mientras nos reíamos a carcajadas de vez en cuando.
Los tres comíamos realmente rápido, a pesar de hablar mucho, por eso nos encantaba ir a comer juntos. Así que no tardamos casi nada para poder salir al parque de en frente.
De repente me sentí un poco nostálgico, al recordar el día que conocí a estos dos.
Tenía 8 años cuando conocí a Minjoon, quien me golpeó con un balón mientras yo disfrutaba de mi helado en el colegio. Al menos me compró uno nuevo y por alguna razón decidimos ser amigos.
A los 9 años conocimos a Yunseo, esta vez por mi culpa, pues fui yo quien lanzó el balón directo al rostro de Yunseo, por accidente obvio. "No tienes mucha fuerza para patear el balón", esas fueron las palabras de Yunseo justo después del golpe, para después comenzar a jugar con nosotros, y demostrarnos que ella tenía más fuerza.
Toda mi vida he sentido que estaba destinado a conocerlos, y sinceramente no sé que sería de mi si nunca nos hubiéramos golpeado con un balón.

En mi cumpleaños número 12, Minjoon y Yunseo me llevaron al lugar más increíble de hamburguesas. Al terminar de comer, Minjoon nos llevó hacia el parque que se encontraba justo en frente y se aseguró de que ese mismo día aprendiéramos a andar en patineta, lo cual terminó en tres niños vomitando y burlándose el uno del otro al mismo tiempo. Claramente los trucos los dejamos para otro día.
Ese fue uno de mis mejores cumpleaños, uno que prepararon mis amigos. No mi padre, quien siempre parece muy ocupado como para dedicarme algo de tiempo, y tampoco mi madre, quien había fallecido justo unas semanas antes. Solo ellos dos se aseguraron de que no estuviera encerrado en el baño, probablemente llorando, en un día que se supone que debería ser especial. Solo ellos dos se han asegurado de que todos mis cumpleaños hasta ahora sean días verdaderamente especiales.

Minjoon y Yunseo han sido, hasta ahora, lo mejor que tengo en mi vida. Aunque no soy muy bueno al momento de mostrarles el cariño tan grande que les tengo, ellos lo saben.
Tengo miedo de demostrarle mi cariño a Jiwoo y que ella se aleje. No creo ser capaz de sobrevivir a la pérdida de otra persona que es tan especial para mí, justo en el momento en el que más la necesito.