Untouchable || Pablo Gavi & Tú. (En Pausa Indefinida)

Capítulo XVI.

Problemas.

La situación de Emma ha ido en peor medida, me culpó de que mis amigos la bloquearon de todas las redes sociales, y que tanto Dybala, Pedri y Gavi la dejaron de seguir en instagram, ¿pueden creerlo? Y no sólo fueron ellos, Alejandro me llamo el día miércoles saliendo del instituto, decidí responder y estábamos charlando de mis proyectos finales que debería entregar en Diciembre, cuando ella gritó mi nombre a mi espalda.

—¡_____¡—

—Permíteme un momento— quité mi móvil de mi oído y di media vuelta para verla—, ¿puedo ayudarte en algo?—

—¡¿QUIERES ARRUINAR MI VIDA?!—

—¿Qué?—

—SOLO DILO DE UNA MALDITA VEZ, SOFIA, MATEO Y ADRIAN ME BLOQUEARON DE TODAS LAS REDES SOCIALES Y PAULO, PEDRI Y GAVI NE DEJARON DE SEGUIR EN INSTAGRAM—.

—En primer lugar, cálmate Emma—.

—NO PLANEO HACERLO, MIERDA _____—.

—No tengo por qué aguantar tus gritos y mucho menos tus groserías, si quieres hablar conmigo hazlo cuando estés relajada—.

Estaba decidida a dar media vuelta e irme a esperar a Pedri a otro lado, pero al hacerlo escuché como apresuraba su paso, y si en ese momento mi amigo no llegaba, juro que Emma me hubiera jalado del cabello.

—No se te ocurra hacerle algo— amenazo.

—Pedri. Hola—.

—Para ti soy Pedro— volteo a verme—, ¿estás bien?— asentí—. Bien, es hora de irnos, debo llevarte a tu casa—.

—Si, vamos—.

Pedri me quitó mi mochila y me llevo hasta su auto para poder llevarme a casa, pero al subir al asiento del copiloto recordé que estaba hablando con Alejandro.

—¡Mierda!— llevé mi móvil de nuevo a mi oído—. ¿Ale?—

—¡Mierda! ¿Qué fue todo eso?—

Suspiré rendida y le conté lo que había pasado con Emma hace algunos días, incluso le dije que me había dicho que se habían besado, creí que lo negaría, pero fue todo lo contrario me contó su versión y le creí, porque lamentablemente conocía la actitud de Emma.

Una nueva semana comenzaba y está vez a la salida iría a casa con Gavi, porque todo el fin me estuvo molestando diciendo que solo Pedri pudo verme toda la semana y él no, reí y le dije que iría por mi está semana, el contento acepto.

—¡_____!—

—Hola—.

Se acercó y me saludo de beso en la mejilla.

—Me da mucho gusto verte—.

—...- reí—, si claro, a mi también me da gusto verte de nuevo—.

—¿Iremos caminando?—

—¿Hay alguna otra opción?— reí.

—Cierto, vamos—.

Tomo mi mano y comenzamos a caminar, íbamos riendo, me contaba como se la pasaba en los entrenamientos y que realmente era feliz con la vida que tenía ahora.