𝐕𝐀𝐋𝐊𝐎: 𝐈𝐍𝐎𝐂𝐄𝐍𝐒𝐈𝐀

𝐄𝐋 𝐇𝐄𝐑𝐌𝐀𝐍𝐎, 𝐄𝐋 𝐀𝐌𝐀𝐍𝐓𝐄 & 𝐄𝐋 𝐆𝐔𝐄𝐑𝐑𝐄𝐑𝐎

Capítulo 13

Horas después de que Valko partió al bosque por los Cangrinos, la princesa Anya permanecía en sus aposentos con mucho nerviosismo, mientras una sirviente le acompañaba.

Minutos antes, la presencia de su madre la obligó a calmarse, ya que Anya sabía que no podría demostrar ese desmedido interés por Valko delante de los demás o sería bastante obvio lo que ellos tenían.

De parte de Valko todo era justificable, puesto que todos sabían que Anya sufría por los ataques de Molko y él la protegía por ser "su hermana" pero ella debía mantener la postura con respecto a él.

Anya salió junto con su sirviente para pedir información sobre Valko, ella quería saber si él ya había vuelto, pero al encontrar una respuesta negativa sollozó y se sintió sumamente preocupada por él. Ella en el fondo no sabía qué hacer sin Valko, así que no tuvo otra opción que volver a sus aposentos y seguir esperando el retorno del peliblanco.

Minutos después de ella haber entrado a su habitación, el príncipe Molko entró también en esta, asustando a la joven Anya, que no se esperaba su presencia ahí.

—¡Salga ahora! —le pidió él a la sirviente, pero esta vez fue un poco más amable que la última vez.

Una vez la sirviente se retiró, él fijó sus ojos grises en los ojos grises de su hermana y preguntó: —¿Por qué estás tan desesperada por Valko? Te vi preguntando por él; cualquiera diría que tienes miedo de perderlo.

Anya se colocó nerviosa al no saber qué decir, sintiéndose acusada por la relación a escondidas que ambos tenían. —Es normal que esté asustada, Valko es mi hermano y él fue al bosque en tu lugar mientras tú dormías y no es justo.

—¿Qué no es justo? —preguntó él mirándola con los ojos entrecerrados.

—¡Que él tenga que hacer lo que a ti te toca!

—¿Te parece justo que yo ocupe su lugar de guerrero cuando sabes que eso no es lo mío y no sé luchar ni pelear como él lo hace? Aunque entendería que pensaras así si quisieras verme muerto. 

Anya tragó en seco.

—No es culpa de Valko que no hagas lo que debes hacer si tú sabes que serás el futuro rey, no él.

—Yo seré el futuro rey, pero él es un guerrero, yo no. Yo debo llevar la carga de ese trono y eso me está matando por dentro; cosa que a nadie parece importarle. Que Valko este a punto de morir a manos de un Cangrino no es tan grave, ya estamos iguales.

—¡No hables así de Valko! —exigió Anya ante las palabras de Molko.

—¡¿Por qué no?! —Molko acorraló a Anya contra la pared —. ¿No entiendo por qué te preocupas tanto por él y no por mí?

—¿De qué estás hablando? —sonó Anya nerviosa.

—Solo digo que es raro que te preocupes tanto por si él vuelve o no, o si está o no. A veces pareces endiosarlo.

Anya se congeló al oír esas palabras, ella entró en confusión por no saber o entender la actitud de Molko. Celos, no podrían ser, era imposible. —Lo quiero, él es mi hermano y no me trata mal como tú lo haces —respondió ella un argumento que sonaría bastante sólido.

—Pues deberías irte haciendo a la idea que tu hermano pronto se irá —comentó el rubio alejándose de ella mientras metía una de sus manos en uno de los bolsillos de su pantalón y con la otra jugueteaba con sus dedos.

—¿Por qué?

—¿Acaso no te ha dicho? —la miró de reojo.

—¿Qué cosa?