Después de la guerra la población femenina disminuyo demasiado por lo que se llegó a una tregua y se creo un sistema para juntar hombres y mujeres.
Violet no ha tenido una buena vida y está renuente a hacer la prueba, sin embargo conoce a un par de...
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- Violet, solo está estresado... - lo interrumpo.
- Lo entiendo. - digo mientras lo miro desaparecer entre la gente y después doy la vuelta quedando frente a Leo - Pero eso no justifica su comportamiento, pudo ser más amable. Sin mencionar que ha sido un idiota desde que lo conozco, no tengo porque ayudarlo o hacerle caso. - intento no alzar la voz y explotar.
- Lo sé. - bufo
- Entonces dile por mi que se vaya a la mierda. - suelto su mano y camino a la esquina de descanso.
....
- Violet... - no respondo - Violet... - sigo ignorandolo.
Desesperado toma mi mandíbula y con un movimiento cuidadoso le da la vuelta a mi rostro hasta toparme con sus ojos.
- ¿Estás bien? - la pregunta me toma por sorpresa.
Creí que iba a defender a Luca.
- Solo quiero volver. - suspira
- No falta mucho para que acabe, solo aguanta. - ruedo los ojos.
- ¿Por qué? Por Luca, el mismo idiota que me a tratado como una cazafortunas desde que lo conocí. - su mano sube por mi rostro hasta llegar a mi mejilla.
- Por mi. - muerdo mi labio - No defenderé a Luca pero es mi amigo, tengo que apoyarlo y espero que puedas entenderlo y ayudarme a hacerlo. No por él, sino por mi. - bufo.
- Por mi acosador... - sonríe.
- Por el acosador que te compro esas bonitas pinturas que querias. - rio
- Estás usando chantaje. - entrecierro lo ojos
- Solo te lo estoy recordando. - sonríe inocente.
- Eso es chantaje. - ríe
Una risa tan ronca y sincera que hace que sienta los nervios volando en mi estómago.
- ¿Lo harás o tendré que comprarte pinturas nuevas? - muerdo mi labio.
Por mi Luca puede irse muy a la mierda, pero Leo parece un buen chico que quiere apoyar a su amigo y, aunque me joda, ese amigo es Luca.
- Bien. - sonríe - pero yo elijo loa colores - su sonrisa se borra. - ¿Qué? No voy a desperdiciar está oportunidad, de esas pinturas vivo, literalmente me dan de comer y me dejan sin comer al mismo tiempo, son costosas. - sus ojos brillan divertidos mientras sonríe.
- Entonces es un trato... - lo interrumpo.
- Aún tengo otra condición. - alza su ceja confundido. - Dilo. -
- ¿Qué? - sonrió - Di ese tonto apodo. - ríe confundido
- ¿Cielo? - niego
- No así. - me acercó a su oído - Dilo con ese bonito acento. - murmuró tan cerca que puedo sentir su respiración en mi nuca.
