the perfect revenge | maknae line

part twenty

Durante nuestro viaje, ambos permanecimos en silencio. A pesar de ello, el ambiente no resultaba incómodo en lo absoluto, lo cual me permitía sentirme relajada y sin tensiones.
La música suave y relajante que sonaba de fondo generaba una sensación de paz y serenidad en mí. Sin embargo, cuando de repente escuché su voz, fui sacada de mis profundos pensamientos.

-Linda...-habló el mayor haciendo yo volteé a mirarlo- llegamos a nuestro destino -me sonrió y bajó del auto-

Pude ver como este dió vuelta y se acercó a mi lado para abrirme la puerta del carro.
Extendió su mano para que yo la tomara y pudiera bajar fácilmente.

-Si me permite... -tomó mi mano y plantó un delicado beso en esta- Señorita Lee -mostró su hermosa sonrisa de forma de corazón-

-Con mucho gusto, señor Kim -le devolví una sonrisa y nos adentramos al lugar tomados de la mano-

Al cruzar el umbral de la puerta, quedé cautivada por la elegancia y el lujo que rodeaban la gran mansión a la que Taehyung me había llevado.

Los magníficos ventanales permitían que la luz de la luna iluminara levemente la casa, creando una atmósfera mágica.
Los suelos de mármol pulido reflejaban destellos dorados mientras caminaba hacia el salón principal.

-Vamos a sentarnos en el sofá un rato -sin soltarnos de la mano me guió hacia allí- Puedes dejar tu bolso en donde quieras -dijo eso y fue hacia la barra a buscar dos  copas de vino tinto-

Yo me quede observando toda la decoración y prácticamente esto era una cena romántica.
Los candelabros de cristal colgaban del techo, esparciendo destellos de luz por todo el ambiente. La mesa principal estaba bellamente decorada con pétalos de rosas rojas, velas perfumadas y delicados arreglos florales.

-¿Todo esto lo hiciste tú? -pregunté impresionada mirando el lugar- ¿Solo para nuestra cena?

-Claro, quería empezar de cero contigo...-se acercó a mi con ambas copas y me dió una- Quiero conocerte mejor -se sentó en el sofá e imité su acción-

-Yo también lo quiero hacer, así que empieza tu por favor -le di una sonrisa y bebí del líquido que había en la copa-

La noche transcurrió rápidamente. Mientras cenábamos, hablamos de nuestra vidas.
El me contó un poco de la suya y yo de la mía
-es obvio que yo debía contarle mi vida preparada para la situación-.

Resulta ser un hombre muy interesante y sofisticado. Me encanta su sentido de la moda, y más allá de lo bueno que es en la cama, me siento segura cada vez que estoy con el. Siento que puedo hablar abiertamente sobre mis problemas y él va a estar siempre para escucharme.

Se que debo pisar el freno, no quiero terminar enamorada de él también, pero me atrae en todos los sentidos.

..........

-Ven...-me sacó la copa de la mano y me llevó con él- Sácate los zapatos y ponte esto. -me entregó una sandalias cómodas-

-Esta bien...-me senté en una silla y me saqué mis tacones- ¿A dónde iremos? -pregunté curiosamente-

-Ya lo sabrás hermosa -sonrió y se dirigió hacia una puerta que había allí-

Esta puerta llevaba a afuera de la casa. Tenía una bajada con muchas escaleras en la cual debías caminar demasiado; ahora entiendo porque me tuve que cambiar.

Comencé a ver arena, por lo que me imaginé que estábamos yendo a la playa. Me encanta ir a la playa de noche.

-Espera -detuvo su paso y se dio vuelta- Te voy a tapar los ojos con esto así no podrás ver -se puso detrás mío y comenzó tapar mis ojos con la tela-

Cuando terminó, escuché por lo bajo como murmuró en mi oído; 'Qué hermosa que estás hoy, me calientas demasiado'.
Mi piel se erizó al instante y unas mariposas inexistentes surgieron de repente en mi estómago.
Sus labios impactaron en mi cuello de una forma inesperada, y sus manos se posicionaron en mi cintura, provocando que el mayor me atraiga hacia él como si fuéramos dos imanes.

-¿Q-qué haces? -pregunté desorientada- ¿No íbamos a ir a otro lado? -dije nerviosa-

-Si, pero primero quiero darte un adelanto aquí. -continúo besando mi cuello y acariciando mis muslos delicadamente-

Eche mi cabeza hacia atrás debido a lo bien que me estaba sintiendo. No podía ver nada por la tela que cubría mis ojos, pero aún tenía la capacidad de imaginar todo lo que quería.

Di media vuelta para que el masculino quede enfrentado a mi, y con mis manos traté de localizar sus mejillas. No tenía idea de donde estaban sus labios, pero el impulso interno de besarlo ya no podía aguantar más.
Nuestros labios al fin se unieron en un apasionado y tan deseado beso.

-S-supongo que escuchaste lo que te dije -dijo
en medio del beso-

-me separé de sus labios- Si mi amor, lo escuché...y tú también me pones muy caliente.