the perfect revenge | maknae line

part twenty-eight

¿Estaba nerviosa? Si, pero quería que ya sea la hora para poder ver a Jungkook.

Retoqué mi maquillaje millones de veces. No podía controlar mi ansiedad, y la inseguridad de no estar linda me mataba.

Me miré en el espejo por última vez y acomodé mi vestido, para luego bajar del apartamento e ir con el. Por supuesto que llevaba puesta la lencería que me había regalado.

(...)

-Hola -le mostré una sonrisa mientras me acomodaba en el auto- ¿Cómo has estado? -me acerqué a su mejilla y dejé un beso en esta-

Mierda. Estaba tan sexy, quería hacerle tantas cosas ahi mismo. Me importaba un carajo lo demás, solo quería probarlo de una vez por todas.

-Bien, me alegra que hayas venido conmigo -me devolvió una sonrisa- Que linda que te ves -me miró de pies a cabeza-

-Gracias... -hablé tímida y desvié mi mirada a otro lado avergonzada- Tu también estás muy guapo -solté una risa-

Este mostró su sonrisa ladina como si ya sabía que el era atractivo y no necesitaba recordárselo, y volvió a encender el auto para por fin ir a cenar.

(...)

-tiempo más tarde-

Ya habíamos cenado y nos encontrábamos en el hotel que el había reservado. La cena fue perfecta; hablamos demasiado y nos dimos cuenta que tenemos demasiadas cosas en común.
El es un chico muy gracioso, y hacía que todo el tiempo se forme una sonrisa en mis labios.

Ambos estábamos un poco ebrios, habíamos bebido demasiado pero de todas maneras yo aún me encontraba algo consciente.

Tenía ganas de... tener sexo.
Un mes es demasiado para mi, y ya no podía con la abstinencia de estar tanto tiempo sin poder sentir esa satisfacción y sensación de placer.
Así que necesitaba hacerlo lo antes posible.

(...)

Jungkook estaba en el baño cepillando sus dientes y yo estaba sentada en la cama pensando. A mi cabeza vino la idea de que cuando salga del baño, yo ya esté preparada.

El me quería para lo mismo que yo; sus necesidades eran las mismas que las mías y yo estaba a su disposición, así que comencé a sacarme el vestido y me quedé con la tan bonita y hermosa lencería de encaje que el me había obsequiado.

Mis pechos resaltaban de una manera increíble con este brasier, y los pequeños tatuajes en zonas demostrativas de mi cuerpo eran demasiado tentadores.

(...)

Después de unos minutos, salió el dejando ver su provocador cuerpo semidesnudo. No podía creer que el tan irresistible Jeon Jungkook, estaba a punto de tener sexo conmigo.
Mis ganas de arrancar las únicas prendas que este llevaba eran cada vez más grandes, pero debía mantener una postura seria y controlada.

Sus ojos se posaron en mi cuerpo apenas salió del tocador. Su mirada irradiaba lujuria y deseo a kilómetros, y su lengua se movilizaba dentro de su boca haciendo que el piercing de su labio se moviera también.

Me deseas, al igual que yo Jeon.

-Se me ocurrió enseñarte mis tatuajes...-hablé coqueta y fui acercándome a él- ¿Te gustaría verlos más de cerca? -susurré en su oído y este me tomó de la cintura-

-Mierda, me encantaría verlos todas las veces que tú quieras nena -atacó mis labios de inmediato-

No me quedó otra opción que seguir su tan esperado beso. La desesperación que el tenía era muy notoria; sus manos bajaron a mi trasero rápidamente y lo empezó a acariciar con mucha intranquilidad.

Este me cargó arriba de él y caminó hasta la cama para desplomarme en ella. Ni por casualidad nos separamos, nuestros labios aún permanecían unidos pero de a poco el se fue despegando para ir bajando por todo mi cuello.

Sus labios húmedos impactaban repetidas veces por toda mi clavícula hasta que llegaron a mis pechos.

-¿Puedo? -preguntó y me miró, yo asentí al instante- Quiero probarte, no sabes cuántas ganas tengo de hacerte mía Mi-suk -soltó un gruñido-

De un saque, mi brasier ya no se encontraba en mi cuerpo, sino que ahí estaba el lamiéndolos y jugando con ellos como si yo sería estaría amamantándolo.

Mis jadeos ya no podían ser guardados, por lo que eran inevitables de escucharlos. Con mis manos, tomé su cabello y comencé a despeinarlo mientras lo miraba jugar con mis senos.

-J-jungkook, vamos... -jadeé en voz baja y este me miró- ...hazme tuya de una vez por todas.