Wang Eun-ji, una chica de 25 años, decide tomar venganza de su pasado oscuro el cual sus compañeras de universidad le han hecho sufrir y que hasta el día de la fecha sigue recordando como si fuese ayer.
Quiere que esa venganza sea dolorosa para ell...
-¿Qué dices Jungkook? Por favor -dijo Taehyung y soltó una risa nasal- Claro que no vamos a tener sexo los tres juntos, somos amigos... no podemos hacer eso -hizo una mueca de asco-
-Taehyung tiene razón, además no me gustaría ver como follan a Eun-ji enfrente mío -imitó la acción del castaño-
-Vamos... hagámoslo, es solo una vez -me acerqué a ellos y tomé sus mano- La clave es disfrutarlo y no pensar en eso ahora -mordí mi labio inferior y los miré seductoramente-
-La habitación es por aquí, vengan... -habló Jungkook y comenzó a caminar en dirección al dormitorio-
Los cuatro subimos las escaleras y llegamos a donde Jungkook quería estar.
La habitación era enorme. Tenía una cama demasiado grande y todo parecía estar preparado a propósito.
Apenas entramos, saqué mis zapatos y me recosté en esta. El vestido que llevaba puesto tenía un corte al costado de la pierna, que mostraba levemente la lencería que me había colocado por lo que cuando me recosté, se pudo ver aún más.
Los tres me quedaron observando embobados. Taehyung y Jungkook no podían disimular su cara de satisfacción, me comían con la mirada. En cambio Jimin, parecía celoso.
Me encantaba verlos así a los tres. Tenerlos bajo mis pies, me hacía sentir algo empoderada pero también muy vulnerable e intimidada frente a ellos.
-¿Qué me miran? -reí nerviosa y miré a otro lado- Por lo menos disimulen esas ganas que me tienen ustedes dos -los señalé con mi dedo y me acerqué a Jimin- ¿Y a ti qué te pasa mi amor? -susurré en su oído y enrolle con mis brazos su cuello.
-No me gusta que te miren...tú eres mía, solo mía y esto no me convence para nada -murmuró con voz ronca en mi oído.
-Déjate llevar bebé, sabes que nadie va a cambiar ese sentimiento que tengo por ti -comencé a dejar cortos besos en su cuello.
Con mis manos, empecé a desabrochar los botones de su camisa dejando así ver su hermoso abdomen. Me encantaba y a la vez me excitaba ver ese tatuaje que tiene en su costilla.
Los otros dos estaban a un lado observando toda la escena. Se podía escuchar a lo bajo como murmuraban cosas entre ellos, pero yo y Jimin estábamos en nuestro mundo.
-Oh mierda... -se quejó cuando con mis besos descendí por su abdomen y me detuve allí.
-Lo lamento, pero deberás esperar un poco -me levanté de donde estaba y me dirigí a Taehyung.
Sujeté sus mejillas, y empecé a besarlo desesperadamente. Este de inmediato correspondió, y continuó en mis labios al mismo ritmo que yo.
Sus manos recorrían todo mi cuerpo, y en un momento sentí como una de ellas ingresó por el tajo de mi vestido. Sostuvo mi pierna y la elevó a apoyándola en su cadera para así acariciarla suavemente.
Yo me quejaba en sus labios debido a su suave tacto. Era muy placentero y quería seguir, pero no podía dejar a mi otra víctima sin nada.
...
Me despegué de sus labios, y caminé a Jungkook. Realmente ansiaba por volver a probar su boca y sentir esa conexión única que sentí anoche.
Este caminó a mi también, y antes de que lo haga yo, me tomó de la cintura y el fue quien comenzó el beso.
(...)
Estuvimos por varios minutos besándonos y si se puede decir, más tiempo que el que yo estuve con Jimin y Taehyung.
Jungkook se separó de mis labios y antes de alejarse de mí, susurró en mi oído.
-Yo haré que te olvides de sus nombres, mañana solamente podrás recordar el mío por haberlo gemido tanto -plantó un beso en mi cuello y se alejó.
Mordí mi labio inferior y volteé a ver a los demás. Ya se habían sacado sus camisas, quedando completamente semidesnudos mientras que Jungkook estaba en eso.
-Siéntense aquí... -tomé dos sillas, luego otra más y las acomodé una al lado de la otra- Ahora se taparán los ojos y nadie más que ustedes lo podrá ver.
-¿Cuando yo te esté follando solo tú yo lo veremos? -preguntó el rubio y yo asentí riéndome- Bien, así está mucho mejor...
-Ya vengo...
Yo fui al baño a sacarme el vestido y quedarme en la hermosa lencería que había guardado para la gran ocasión.
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Cuando salí, los tres estaban sentados mirándome atentamente.
Sus ojos recorrían cada parte de mi hermoso cuerpo, y ninguno perdía de vista nada.
— Bien...
...entonces que comience el juego.
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Mañana les subo otro capítulo y ese si va a ser 🔞🫢 así que estén al tanto.
