SECRETOS DE SANGRE ©🗡️🛡️ |NUEVA EDICIÓN| #1

CAPITULO 61: TENSIÓN

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—Christian, de verdad no quiero ser grosera..., eso está fuera de mis límites, pero me estás hartando con esta tanda de mentiras que me estás diciendo... Aparte, ¿quién te crees para venir a insultarme? No caben dudas que Daniels y tú han sido cortados con la misma tijera. —Mi sangre se calienta con cada palabra que emito, mi respiración se agita y mi voz se alza con tesón. Ya no me importa el mundo exterior—. Atrévete a negarme en mi propia cara que tuviste amoríos con Amanda —le reclamo.

Christian, de inmediato, inhala y exhala profundamente. Es evidente que la tensión nos ha acogido drásticamente.

—Pues sí, pero eso fue hace mucho —se justifica.

—¿Es todo lo que puedes decir? —protesto irónica. Chasqueo la lengua ante la cara cabizbaja que ha puesto—. Tu familia no opina lo mismo —le replico.

—Me tiene sin cuidado lo que opinen. Ellos tienen que entender que yo quiero a otra persona. —Sus palabras suenan tan enfáticas y diáfanas, que tambalean la poca seguridad que creo estarle demostrando.

Guardo silencio por un instante. Literalmente, me deja sin habla.

Me siento incómoda. Un sabor amargo recorre mi garganta gracias a la venida de un pasado que se asoma sin previo aviso y en el que, según yo, estaba completamente muerto. Pero también, el rubio ahora sale con la revelación de que tiene sentimientos hacia una persona que no es Amanda. Eso prácticamente me deprime.

—Permiso, voy a entrar. —Mi voz se entrecorta.

Me giro dándole la espalda. Siento que ya no tiene caso nada de lo que nos estamos "dizque aclarando". Comienzo a sentirme mal.

—¡No, Lisa! Espera, por favor, escúchame. Yo... yo te quiero es a ti... A quien quiero es a ti —musita aparentemente nervioso.

Mi corazón palpita fuertemente, sigue iluso con este chico al parecer, pero mi mente orgullosa me hace ver lo contrario.

—¡Ja! ¿Me quieres? Por favor, Christian. Ya deja de verme la cara de estúpida —lo reprendo.

—¿Por qué dices eso? —cuestiona asombrado.

—¿Pretendes que te crea después de que han pasado 7 meses en contacto cero? —Siento que ardo irritada.

—Yo lo sé, Lisa, pero no quiero renunciar a ti ¡Me rehúso!

—¿Qué?... No seas ridículo... Ya basta de tanta pendejada, ya basta de tanta palabrería. Aquí no hay que aclarar nada, porqué todo se dijo hace mucho, pero mucho tiempo. No hace falta dar explicaciones. Mejor, continuemos cada quien con sus vidas y olvidemos, incluso, que esta conversación pasó.

—No, por favor, Lisa. No te vayas —dice sujetándome del codo, justo cuando quiero irme.

Me libro de su agarre bruscamente.

—Dije que continuemos con nuestras vidas. Así que ya hazte a un lado y déjame en paz —ordeno mordaz.

—¡Por favor, Lis! Dame otra oportunidad. Te juro que estoy muy arrepentido y de verdad te busqué, pero no te encontré —resopla cabizbajo como si los recuerdos lo estuvieran agobiando—. Tantas cosas han pasado desde que te fuiste que...

—Pero ya no podemos hacer nada al respecto... Ya murió todo —manifiesto interrumpiéndolo.

—No seas tan dura. Para todo hay una solución. Te sugiero que conversemos con calma. Solo te pido una sola oportunidad, por favor —suplica.

¡Dios! Esa carita que ha puesto como borrego a medio morir, me pone en tres y dos. Guardo silencio mientras pienso en lo que dice. El beneficio de la duda se aflora. Siento curiosidad, ¿y si le pasó algo malo y yo no me enteré?