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Después de ese bonito día, volvió la distancia de nuevo, cosa que ya se esperaban. Tan solo habían pasado 2 días, pero Roier ya quería volver a ver a su pareja, cosa que no sabría cuanto tiempo tendría que volver a esperar. Cansado, decidió ir a la casa de su amado, en busca de el. Caminó unos cuantos minutos, y por fin llegó a esa pequeña casita. Como de costumbre, entró por la ventana, la cual ya estaba abierta. No había nadie en el cuarto.

Se acercó a la puerta del cuarto, escuchando voces, 2 personas discutiendo. Pudo reconocer a una de ellas sin problema, era la de su novio. Por descarte, la otra sería la de su suegro.

¿ME ESTÁS JODIENDO CON QUE ERES MARICÓN? — Gritaba la voz adulta con un tono bastante agresivo. La otra voz permaneció en silencio por unos segundos.

Si. — Contestó con seguridad la voz del menor.

Eres repugnante.

Cellbit se escuchaba seguro, pero estaba temblando de miedo. Su padre descubrió una foto de Roier y el besándose, cosa que no le hizo mucha gracia a aquel señor.

Los gritos seguían y seguían, haciendo que Roier se cansara. El castaño agarró el pomo de la puerta con rapidez y abrió la puerta, llamando la atención al momento del padre y el hijo. Había sido un impulso, ¿la había cagado? Muy seguramente, pero no pensaba solo quedarse a escuchar hasta que Cellbit recibiera algún daño y que todo este asunto acabara de la peor manera. Roier agarró la mano de su novio, mirando fijamente hacia el adulto.

Repugnante es usted. — Dijo Roier. Se imaginaba esta escena como película, se veía a el mismo con un traje de Spiderman salvando a su amado. Pero la verdad es que simplemente era un adolescente, un adolescente indefenso delante de un adulto no muy amable.

Suelta a mi hijo, solo estamos teniendo una discusión. — El señor estaba completamente jodido. Roier iba a hablar con las autoridades, no le importaba lo que pasara, no quería seguir viendo como Cellbit sufría de tal manera. Si hacía falta, se lo llevaba a vivir a su casa, pero no iba a dejar que viviera un segundo más en ese lugar.

El castaño agarró con más fuerza la mano de su pareja, dirigiéndole hacia la puerta principal. El padre sabía que si el chico cruzaba esa puerta, su vida estaría arruinada. Entre nervios y miedo, agarró una botella de vino vacía y corrió directo hacia Roier.

¡GUAPITO! — Gritó Cellbit, entre que Roier se giraba para ver qué sucedía, la botella estalló contra su cabeza.


Todo se volvió oscuro.


Cellbit presenció toda la escena, vio como el chico caía al suelo inmediatamente. Lágrimas comenzaron a salir de los ojos de Cellbit. El padre simplemente se quedó paralizado en el mismo lugar, con aún parte de la botella en su mano.

Roier, por favor, ¿me oyes? No me dejes, enserio. — La voz del chico estaba totalmente quebrada, casi no podía ver por las lágrimas. Se levantó lo más rápido que pudo y se dirigió hacía el teléfono, haciendo que por poco se tropezara. Entre llantos, llamó a la ambulancia, los cuales no tardaron en venir. Todo se veía borroso para Cellbit, todo ocurrió demasiado deprisa. Los vecinos no tardaron en rodear el lugar en busca de respuestas de lo que sucedía. El del mechón explicó todo lo que pudo a los médicos, así que uno de ellos avisó rápidamente a las autoridades para que se ocupara de mientras del padre. Los enfermeros colocaron a Roier en una camilla, para luego meterlo en la ambulancia. También, dejaron ir a Cellbit con el.

Estaban en el hospital de una ciudad no tan lejana, el hospital era inmenso, así que Cellbit seguía con prisa a los doctores para no perderse. Llegaron a una sala, donde le pidieron al joven que esperara fuera. El chico sentía inútil, todo esto no habría pasado si hubiera actuado en contra de su padre antes, todo esto fue su culpa, el jodió todo, por el su novio está herido. Se apoyó en la blanca pared de al lado de la puerta, se agachó y las lágrimas volvieron a salir, se sentía un desastre. Si esto acababa con la vida de Roier, el también acabaría con su vida, no se imagina una vida sin el. Una chica de la sala de espera de al lado, se acercó a el con preocupación.

— ¿Cellbit? — El chico miró hacia arriba, encontrándose a una mujer joven, de piel clara y ojos verdes. Su cabello es ondulado y tintado de blanco menos unos cuantos mechones que tiene castaños. Lleva un gorro que parece de detective, una camiseta blanca y por encima una gabardina marrón. Por último, un pantalón verde ancho y unas botas negras.

¿Bagi? — Por muy borroso que viera en ese momento por culpa de las lágrimas, la reconocía perfectamente. Bagi era la hermana mayor de Cellbit, cuando ella cumplió los 18 se fue a vivir a aquella ciudad, lo que causó que perdiera el contacto con sus 2 hermanos pequeños.

¿Qué haces aquí, hermanito? — La chica se sentó a su lado, mirándole con preocupación. Estaba feliz de verle, pero no en esas condiciones.

Mi novio, fue atacado por papá. — Su voz sonaba quebrada, el dolor que sentía era inmenso, solo quería que todo eso acabara de una vez. Bagi abrazó a Cellbit, lo que hizo que el chico comenzara a llorar aún más. Llevaban sin hablar casi 2 años, pero Bagi seguía queriendo demasiado a su hermano, su cariño hacia el no se había desvanecido. Al contrario, Cellbit le guardaba rencor a su hermana, el sentía que ella le había abandonado a el y a Richas, pero obviamente no quería enfadarse con ella en ese momento, lo único que quería era ver a Roier.

Un buen rato después, Cellbit se veía algo más tranquilo, pero seguía bastante preocupado por el estado de su pareja. Bagi un rato después se tuvo que ir, así que se las tuvo que apañar como podía. Tenía ganas de gritar, romper todo y llorar. De un momento a otro, un doctor salió de la sala, lo que hizo que Cellbit fuera corriendo hacia el.

— ¿Usted es un familiar de Roier?

— Si, su pareja.

— El joven sufrió una contusión cerebral grave por el fuerte golpe en la cabeza, así que cayó en un coma. No sabemos del todo si podrá despertar de ese estado, haremos todo lo posible para que si lo logre. Siento mucho lo sucedido.

"No sabemos del todo si podrá despertar" esa frase se repetía una y otra vez en la cabeza de Cellbit. No podía creer que eso estuviera pasando de verdad, solo quiere volver atrás en el tiempo al día que le conoció, quiere volver a abrazarle y volver a besar sus suaves labios. Comenzó a marearse, haciendo que su cuerpo perdiera el equilibrio y de un momento a otro su cuerpo cayó al suelo.

Se había desmayado

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Hola!!

Lo siento mucho por estar sin actualizar, pero estos días no me sentía con muchas ganas de escribir. La historia no quedará a medias, la acabaré si o si. Intentaré que el siguiente capítulo no tarde tanto en llegar, siento mucho la tardanza.

¡Muchas gracias por el apoyo a la historia y enserio espero la estén disfrutando!

Y por último, si veis alguna falta de ortografía agradecería muchísimo que me lo dijerais para poder corregirlo y mejorar con mi escritura, gracias y un abrazo muy grande <3

El bosque encantado // Guapoduo ☆Where stories live. Discover now