-𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐍𝐨𝐬𝐨𝐭𝐫𝐨𝐬- (El Mariana X Tú)

18. ¿Enamorado?

_________(tú):

— Llevas más de media hora pegada en ese aparato. — soltó mi papá.

Eleve mi vista hacia él, me miraba mal, pues no le gusta en lo absoluto que estemos con el teléfono en la mesa.

— Lo siento. Es que era algo de la universidad. — mencioné.

— ¿De verdad?, No sabía que tu universidad se llevaba Osvaldo. — dijo Jos.

Una sonrisa adornaba su fea cara, lo pateé y éste se quejó.

— ¿Osvaldo?, ¿Ya tienes novio? — se interesó mi papá.

Maldito Jos, tenía que abrir la boca. Mi papá es de aquellos celosos, que ven lo mejor para su hija pero terminan aceptando si eso las hace feliz. Además que ya soy lo suficientemente grande.

— No es mi novio, es un amigo. — dije sin interés.

— ¿Sí? Pues ahí decía "buenos días, preciosa".

— Cállate Josué — le solté una manotazo —. ¿Por qué no le dices que tuviste se... — me metió un pedazo de pan a la boca.

— Cállate — me miró mal —. Me equivoqué, decía "buenos días, ______". — le mostró una sonrisa angélica.

— Son un par de niños chiquitos, mocosos — rodó los ojos —. Hablaremos de eso en casa, Josué — lo señaló con el dedo —. Y tú, habla ahora.

Tragué el pan que tenía, mis manos sudaron y negué con la cabeza.

>> — ________, ¿Quién es ese Osvaldo? — pregunto alzando una ceja.

Por más que lo intentará no podría, le terminaría diciendo sí o sí.

— No somos nada, simplemente nos gustamos y ya. — me encogí de hombros.

— ¿Cómo ligues? — pregunto de nuevo.

Reí ante lo que dijo, pues nunca en la cabeza se me había pasado que mi papá supiera lo que es un "ligue".

— ¿Sabes lo qué es un ligue? — pregunto riendo Jos.

— Claro, soy de la chaviza, Jos. — le guiño.

— Sí que lo eres. — dije.

— No me cambies el tema, ¿lo son? — pregunto de nuevo.

— Se podría decir. — asentí con la cabeza.

— ¿Va en tu universidad?

Se metió a la boca un pedazo de pan y le tomó a su café.

— Mmm, no. — negué.

— ¿Tu vecino? — alzó la ceja.

Le va dar un infarto al viejo cuando se entere que ni siquiera es de aquí, pues aquellas relaciones las odia. Pues mis papás eran novios a distancia, se la trajo a vivir hasta Hidalgo y a los años se divorciaron y mi mamá se negó rotundamente a irse de aquí. Ahora son vecinos.

— Sí... es mi vecino. — dije.

— ¿Tu vecino no es un viejito? — hablo de nuevo Jos.

— No es el de al lado, es el de enfrente. — lo mire mal.

— Uy, pues perdón.

— ¿Van en serio, ______? — cuestionó nuevamente mi papá.

— Creo que sí, no lo sé papá. — no me dan ganas de hablar de ello.

Hoy puedo decir una cosa y mañana sucederá todo lo contrario, lo mejor es que espere y deje fluir las cosas.

— Cuando sean novios, me lo presentas. — sonrió.