-𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐍𝐨𝐬𝐨𝐭𝐫𝐨𝐬- (El Mariana X Tú)

34(1/2). Incomodo

_______(tú):

— Ya te dije que ese día voy a salir con mi papá. — trate de sonar convincente.

— Bueno, pero puedo marcarte, ¿no? — volvió a insistir.

Lleva toda la tarde tratando de convencerme que haga videollamada con él el día que voy a ir a verlo y no se que hacer para que deje de insistir. 

— Pero más tarde. Ya sabes, a mi papá no le gusta que desayunemos con él y estemos con el celular. — mis opciones se estaban terminando.

— Es que quiero mostrarte algo ese día, _____. — dijo cabizbajo.

Me la estaba complicando mucho, y cada vez que decía las cosas con la voz baja y tímida, cabizbajo, me terminaba convenciendo pero tengo que negarme sí o sí.

— Te aseguro que los vas hacer, solo. Ya veré como librarme de mi papá. — le sonreí.

Entrecerró los ojos un momento y termino asintiendo con la cabeza.

— Bueno.

Se va volver loco que no conteste ni uno de sus mensajes alrededor de una hora y media. Pero, ya se le pasara el coraje cuando me tenga frente suyo.

[...]

Narradora:

El de lentes sabía muy bien que _____ lo estaría visitando en cuestión de días, pero las ganas de ir por ella y verla antes, son mucho más enormes, y esperara aunque le cueste un poco o mucho.

Termino de hablar con ella. Siguió limpiando su departamento en lo que escuchaba y cantaba a todo volumen las canciones de Mon Laferte. Ya hasta hizo una reserva en un restaurante, hará como que no sabía nada y estaba a punto de ir a cenar pero obviamente ella iría con él. Ya estaba todo planeado; los llevarían a su mesa y ese será el preciso momento de pedirle que sea su novia.

No era de su agrado estar hablando con ella y andar ahí por las calles sin decirle cosas lindas y no se sientan tan incomodos por aquel titulo de no ser novios, él quiere algo bien con ella, algo más formal. Sí, al inicio se imagino que solo era una atracción distinta, pero después de hablar tanto con ella se dio cuenta que no era aquella tipo de atracción. Quiere algo serio con ella.

Llamaron a su puerta, dejo el trapeador a un lado y se quito los guantes, a pasos rápidos llego a la puerta y abrió.

Era Juan. Frunció en ceño al verlo, pues no tiene la menor idea de que hace ahí.

— Hola, Juan. — saludo con una sonrisa.

— No mames, estas limpiando, ¿verdad? — soltó una risita.

— No, estoy junado. — ironizo.

Una carcajada sonora fue emitida por el más bajo.

— Bueno, a lo que venía. — habló.

Se hizo a un lado Osvaldo y lo dejo pasar. tomaron asiento en el sofá.

— Ari y yo queremos hacer una cena para navidad, pero sin familia, puros amigos — continuo —. Vamos hacer varías cosas, intercambios y todo eso, y te queremos invitar.