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POV LUZ.

Desperté en un lugar que no era mi cama, además sentía la respiración de otra persona detrás de mí. Me había quedado dormida en el sofá con Ainhoa. 

¿Cómo era posible que hubiera dormido tan bien en un espacio tan pequeño como ese y encima teniendo que compartirlo?

 Me incorporé tratando de no despertar a Ainhoa, miré la hora, iba justa para entrar en mi turno. Avisé de que puede que me retrasara un poco, tras eso me dirigí al baño para darme una ducha rápida. Cogí de mi armario lo primero que vi, total, me iba a pasar el día con el uniforme del restaurante. Mientras el café se hacía volví al salón para asegurarme de que Ainhoa siguiera dormida. Le coloqué la manta con cuidado y me quedé unos segundos observando como dormía.

Incluso dormida era guapa - pensé e inconscientemente me salió una sonrisilla que rápidamente borré al ser consciente.

Volví a la cocina para guardar el café en mi termo, cogí mis cosas y cerré con enorme cuidado la puerta de la entrada.

POV AINHOA.

Casi me caigo del sofá. Ni me había dado cuenta de que me había dormido allí. Me incorporé bien y recordé la noche anterior. Luz se había acurrucado a mi lado para ver la película. Nos habríamos quedado dormidas en algún punto y estábamos tan a gusto que ninguna se había despertado. Bueno, Luz si, pero porque tenía que ir al trabajo. Ayer me había comentado que tenía turno hasta las nueve de la noche, justo a la hora que empezaba yo.

Cogí mi móvil, eran más de las once. Tenía varios mensajes de Menchu.

"¿Me paso por casa sobre las doce?" – decía el último de ellos.

Eso era en diez minutos.

"Me acabo de despertar, aquí te espero" – contesté.

Me estaba preparando el café cuando el timbre sonó.

– Estoy en la cocina – avisé dejándole la puerta abierta.

– Yo te espero aquí – se sentó en el sofá.

Traje nuestros cafés y me senté a su lado.

– Que sepas que estoy un poco enfadada – la miré sin entender.

– ¿Por qué?

– Te llamé varias veces y te dejé mensajes, no los has mirado hasta hace quince minutos – recalcó.

– Perdona, tenía el móvil en silencio.

Me miró de reojo, esa mirada me la conocía. La ponía cuando sabía que le omitía información.

– Que raro que no lo hayas mirado en toda la noche – insinuó.

– Es que Luz y yo estuvimos viendo una película de miedo y nos quedamos dormidas – alzó las cejas sorprendida a la vez que satisfecha por lograr sacarme esa información que yo hubiera preferido omitir.

– ¿Cómo que os quedasteis dormidas? - hizo énfasis en la oración -.  Aquí – señaló el sofá.

– Sí, dejé que se apoyara en mí para que estuviera más cómoda y al final resultó que nos quedamos conformes durmiendo - expliqué.

– Que monas – usó ese tonito.

No, Luz era mi amiga, que no se monte ninguna historia.

– No uses ese tono por favor – supliqué.

– ¿Qué pasa? 

– Pasa que te estoy viendo venir y que Luz y yo solo somos amigas – recalqué.

En la puerta del al lado || LuznhoaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora