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James casi me muele a golpes por el costo de la ambulancia, pues estaba ileso y Lars llegó justo antes de que inhalara suficiente gas para recibir daño. Mi malestar era producto de la borrachera. Ulrich me defendió de las putizas y Cliff agradeció que menos mal las cosas transcurrieran de ese modo antes de una tragedia.

En la tarde, con los chicos fuimos a la feria del pueblo. Cuando se distrajeron, a un vendedor de fármacos le compré dos tabletas de Clonazepam. Planeaba morir en mi sueño, igual que la otra vez y esta ocasión nadie podría interrumpirme. Dejé la droga en el bolsillo delantero.

Al regresar a casa, saqué todo el contenido de la mochila menos las pastillas.

"Oye, Kirk, ¿me acompañas a chequear unos buzos para hacer deporte? Si quieres pasamos a la biblioteca y te compro un libro."

"Dale."

Metí un chaleco a la mochila por si acaso.

"¿Qué traes ahí? No creo que necesitemos cargar tanto peso." 

Le enseñé la prenda.

"Ahh, dale. Vamos."

A mitad de camino me dio frío y me abrigué. Eran más o menos las siete, por el gélido clima, ya era de noche y no se veía nada el camino. El pueblo es pequeño, lo bueno es que llegamos caminando a cualquier lado.

Atravesamos una esquina y un grupo de tipos encapuchados nos apuntaron con armas corto-punzantes. Iba a paralizarme del miedo, cuando Ulrich me quitó la mochila y se la arrojó al grupo, ellos la agarraron y salimos corriendo hasta el centro comercial.

"¿Estás bien, Kirky?" Cuestionó y yo me sobé el pecho, respirando agitado. 

Asentí.

"Menos mal traías la mochila vacía y no perdimos nada, puedes usar la mía hasta que consigas otra."

¡La puta madre, las pastillas!

Para pasar la pena, fuimos a una cafetería primero a beber un café helado con unos pedazos de pie. De ahí lo acompañé a la tienda de Adidas para que se probara unos buzos y él me regaló una mochila de esa marca, sin saber cómo ocultar mi cara de vergüenza, le agradecí. 

"Es lo menos que puedo hacer por ti, Kirky. La has tenido difícil y me imagino que debes sentirte agobiado." 

En la biblioteca demoramos menos porque ya sabía qué libro quería.

"Tú y tus cosas raras." Lars me pegó un toque en las costillas y chillé.

Me traje "El completo manual del suicidio" de Wataru Tsurumi, como dice el nombre, es una guía con múltiples métodos para acabar con tu vida desde un análisis científico: implementos, nivel de dolor, tiempo y gasto en dinero. 

Por cómo va esta mierda, creo que lo ocuparé completo.

Too Far Gone? (METALLICA, Klars)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin