Too Far Gone? (METALLICA, Klars)

10 (FINAL)

Desperté asustado. El fuerte olor a químicos y el apagado color blanco de una sala de hospital me hizo entender que sigo aquí. Las lágrimas empezaron a brotar violentamente de mis ojos hasta que me percaté de que no estaba solo en la habitación.

"Kirk..." 

Traté de tragar saliva, cuando me di cuenta de que tenía una máquina adherida a mis fosas nasales y unos tubos que invadían mi mandíbula tanto como mi tráquea.

"Te hicieron un lavado de estómago, al parecer tuviste una falla hepática."

Cerré los ojos ante las palabras de Lars.

"Nos tendremos que quedar en Dinamarca hasta que te den de alta de psiquiatría. Van a internarte por un par de semanas dijeron..."

Eso me hizo llorar de nuevo. ¿Por qué tengo que fallar en todo?

"Sé que no te gusta que se metan en tus cosas, pero desde que me pediste que te comprara ese libro sabía que algo andaba mal y traté de andar pendiente de ti, de cuidarte sin meterme en tus problemas personales. Quise que te, que te sintieras querido por nosotros." Poco a poco su voz se apagaba. "Quería que te sintieras querido por mí, porque yo te quiero mucho más que como un amigo." Se quebró tras decir eso y abrí los ojos. Lo admiré.

Esa mirada de jade era la única pista de color en la habitación.

"Está bien si a ti no te importa, si irte es lo que quieres, ya no puedo pelear contra eso." Con el codo limpió su cara, lucía avergonzado y desilusionado al mismo tiempo. "No puedo salvarte."

Él tiene razón. Me invitó a salir varias veces. Se interesó por mis gustos, por mis aficiones, por sanar a mi niño interior incluso. Ahora entiendo que inventó un montón de situaciones surrealistas para salvarme porque sabía que yo no iba a querer revelarle mis motivos para querer suicidarme. Y yo jamás lo valoré. Me sentí bien, pero jamás pensé que eso fuera suficiente y considero que fui un jodido egoísta.

Soy un monstruo.

Desarrollé sentimientos amorosos por mero capricho y no aprecié el objetivo de sus buenas acciones.

Con dificultad, alcancé su brazo e intenté jalarlo hacia mí. Estoy tan débil que con suerte alcancé a rozarlo. Él emitió un '¿uh?' extrañado.

Subí con lentitud, hasta alcanzar sus dedos y los entrelacé con los míos. No puedo hablar y aunque tuviera la capacidad dé, no sabría qué decir.

Serán semanas en que nos separemos. Espero que entienda mediante este contacto físico y mi mirada lastimada que lo siento y que yo tampoco lo quiero como un amigo, sino, como algo más.

Saqué una voluntad de mis entrañas para darle un apretón y tirarlo contra la camilla, al tenerlo más cerca de mi cuerpo, hice el intento de abrazarlo. Él comprendió mis intenciones y me devolvió la acción.

Soy un idiota, Lars, pero prometo que apenas pueda hablar te pediré disculpas y cuando me suelten del psiquiátrico, volveré por ti y juro que te daré todo el amor que no pude devolverte porque estuve cegado, y que, sobre todo, lucharé por mejorar mi vida a partir de ahora.