18.2 | this is me trying

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xviii

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xviii. and my words shoot to kill when i'm mad

Grace sintió cómo el dolor se aferraba a sus tobillos con una intensidad implacable, como si las cuerdas que los aprisionaban fueran garras que se hundían en su carne. Su cabeza daba vueltas, y la sensación de estar cabeza abajo, balanceándose suavemente en la penumbra, no le gustaba para nada.

Aun así, reconoció que su "castigo" podría haber sido mucho peor; como ser arrojada viva a los cranks. En realidad, Jorge había sido astuto al ordenar a sus hombres que los suspendieran boca abajo, como reses en una cámara frigorífica. Pero eso no quitaba el hecho de que quería asesinarlos uno por uno, y su líder en especial.

Debajo de ellos se extendía un hueco vasto y aterrador, un vacío que se perdía en las sombras y que, en su mente, encarnaba un destino inclemente. No podía calcular la profundidad de aquel abismo, pero estaba convencida de que cualquier ser que cayera en él enfrentaría una muerte rápida y atroz.

—Buen plan, Thomas —espetó Minho—. "Escuchemos que tiene que decir". Nos está funcionando muy bien.

—Haznos un favor y cállate, Minho —gimió Grace con violencia, reflejando cuánto le molestaba esa actitud. La sangre comenzaba a subírsele a la cabeza y todo lo relacionado a la situación la molestaba. No tenía mucho ánimo de aguantar otro comentario estúpido de Minho, así que, tragando saliva, se centró en la situación inicial—. Tommy, ¿crees que puedas alcanzar la cuerda?

Pero no obtuvo respuesta. Su cuerpo se giró involuntariamente, permitiéndole ver al chico a su lado, con el ceño fruncido, claramente molesto.

—¿Qué? —preguntó la rubia con una mirada inquisitiva.

—¿Por qué no me lo dijiste? —soltó Thomas con una mezcla de frustración y preocupación en su tono de voz.

Grace pudo sentir como su molestia subía a la superficie, incapaz de ser domesticada, pero aun así no podía entender a lo que se refería.

—¿De qué estás hablando?

—La cosa en tu cuello —soltó Thomas con irritación—. ¿Hace cuánto sabes que la tienes?

Un escalofrío recorrió su espalda y su expresión cambió al instante.

—No lo sabía —respondió rápidamente, golpeándose internamente por cómo su voz había temblado. No era muy buena mintiendo.

El ceño fruncido de Thomas se profundizó, y con una agudeza que solo él podía tener sobre ella, la observó fijamente antes de volver a hablar.

—No me mientas, Grace —espetó.

—¡No lo hago! —respondió ella, sintiendo cómo la tensión aumentaba entre ellos.

—Sí lo haces —insistió Thomas con firmeza.

𝐃𝐄𝐀𝐓𝐇𝐋𝐘 𝐓𝐑𝐈𝐀𝐋𝐒, tmr thomas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora